Ocho siglos después de la reconquista de Cáceres por Alfonso IX y de la concesión del fuero, la corporación municipal volvió a desfilar ayer por el casco viejo para rendir homenaje a San Jorge. La Ciudad Monumental se llenó de público y la concatedral de Santa María estaba saturada. Unos acudieron para visitar a la patrona, la Virgen de la Montaña, y otros para asistir a la misa del patrón, San Jorge. Tanta protección no podía deparar más que una agradable mañana festiva a 20 grados bajo el sol, con las calles repletas.

La eucaristía en honor a San Jorge comenzó a las doce con tanta afluencia que tuvieron que habilitarse sillas en los laterales. Muchos permanecieron de pie en las puertas, y fuera, en la plaza, el trasiego era continuo. El obispo Ciriaco Benavente ofició la misa junto a varios sacerdotes. Los concejales de PP y PSOE acudieron en bloque salvo alguna ausencia, acompañados por otras autoridades. IU no asistió.

CON RITMO Finalizada la misa, los ediles y la Banda Municipal iniciaron la tradicional procesión cívica con el pendón de San Jorge, portado por el concejal más joven, de nuevo Javier Castellano. "Soy todo un experto. Ya van cuatro años", broméo. Al ritmo de la marcha de Jerez de los Caballeros , la comitiva alcanzó el consistorio en minutos con un calor que incomodaba a más de uno. "¡Mira qué típico! Tienen nuestro patrón", comentaron unas catalanas sorprendidas.

A la una y media se abrió el balcón municipal y Castellano comenzó a tremolar el pendón para cumplir con la costumbre. La banda puso fin a tanta solemnidad con El Redoble y Paquito Chocolatero , que soltaron los pies de algún edil. Seguidamente comenzó el homenaje en el salón de plenos a los empleados municipales jubilados en el 2003, tradición incorporada a San Jorge.

Los reconocimientos fueron para Julio Quesada, bombero, que repasó con nostalgia los años de profesión: "Teníamos menos medios, pero siempre cubríamos las necesidades". A su lado, José Nevado y Saturio Moreno, albañiles: "La brigada de obras sirve para todo, lo mismo montábamos un escenario que hacíamos una reforma". Ana Carmona, delineante, no pudo asistir. Saponi les deseó "la mejor suerte en la nueva etapa".