Los años y la distancia física separan a Félix Grande, Luis Landero y Javier Cercas. Les une la literatura, los aplausos de público y crítica y ser extremeños "desterrados" --en palabras de Cercas-- por la emigración que les llevó a Cataluña y Madrid. Ayer los juntó en Cáceres el centenario de Caja de Extremadura. Los tres escritores abrieron un ciclo de charlas para conmemorar la efemérides con La hora literaria de España y su mirada al panorama literario español y extremeño.

Antes de su charla, compartieron poco menos de una hora con los medios de comunicación alternándose ante los micrófonos. "Yo soy un lector, ni más ni menos --comenzó Landero (Alburquerque, 1945)-- y no sé muy bien lo que está pasando en el mundo literario".

Una cosa sí valoró, que antes "decir que eras un escritor extremeño era una cosa remota, exótica". Una situación que ha corregido la "normalización" del tiempo y a la que han contribuido cauces como, dijo, la Editora Regional. "Ahora el que tiene algo que decir, lo dice".

Félix Grande (Mérida, 1937), premio Nacional de las Letras Españolas, sí aventuró un diagnóstico de la salud de la literatura española: "Creo que nunca se ha escrito mejor, no que haya más genios, pero el nivel poético medio es muy alto y sospecho que en novela es igual".

¿Y el nivel de lectura? "Hay un pesimismo excesivo sobre que se lee poco", consideró Grande. Dos ejemplos: hoy se hace una tirada de 3.000 ejemplares de un libro de poesía, Borges editó 300 de su primera obra (Fervor de Buenos Aires ) y los distribuyó él mismo en un café que frecuentaba. De las obras de Machado se editaban 500 y hoy, de este escritor en una edición de Austral se venden 100.000 ejemplares al año.

Javier Cercas (Ibahernando, 1962) sostuvo que el éxito comercial "es una tontería" y que el único válido es el de "escribir un buen libro". Apuntó un hecho: Kafka fue poco leído y Cervantes, mucho. "Hay libros buenos y malos que son muy leídos, y libros buenos y malos que no los lee nadie".

A Extremadura también volvieron su mirada. "Siempre he pensado que si no me hubiera ido, no hubiera sido escritor. Eso se lo debo a Extremadura", admitió Cercas. Este y Landero recordaron que la emigración extremeña de los años 60 y 70, de la que los tres fueron víctimas, "está aún sin contar". La historia de "desplazados" y "desterrados" como ellos que desembarcaron un buen día en Gerona, por ejemplo en su caso, sintiendo una "literal orfandad".