Para ser capital europea de la cultura no hace falta cumplir el requisito de ser una gran ciudad ni tampoco albergar una riqueza monumental de altura. En la República de Irlanda lo saben bien. Cork fue designado en el 2002 como el referente cultural de Europa durante este año, una nominación que la tercera ciudad del país, con 123.000 habitantes (apenas 30.000 más que Cáceres), estrenó el pasado fin de semana con un gran espectáculo teatral en sus calles y una exhibición de luz y pirotecnia.

El ansiado título, por el que Cáceres luchará con Córdoba, Málaga y Tarragona para el 2016, tampoco ha supuesto en Cork grandes transformaciones en su mapa urbano. La principal ciudad del sudoeste de Irlanda ha visto cómo se remodelaban algunos de sus edificios más emblemáticos y se construían otros nuevos, entre ellos, la Cork Opera House, que acogerá durante el año de la capitalidad los principales eventos teatrales, operarísticos y de danza del programa junto al Everyman Palace Theatre. Su avenida principal, Saint Patrick´s Street, ha visto renovado su pavimento, el mobiliario urbano y la iluminación, hasta el punto de reducir de cuatro a dos los carriles para el tráfico del Cánovas de Cork.

Los nuevos espacios

Si Cáceres reclama un nuevo palacio de congresos y dar contenido a edificios históricos para albergar la programación, la Universidad de Cork cuenta con una nueva sala de exposiciones, la Lewis Glucksman Gallery, un moderno edificio que cuenta con 2.200 metros cuadrados distribuidos en cuatro salas independientes que acogerán las exposiciones.

La organización de Cork 2005 ha tenido muy claro que el contenido de la candidatura debía partir de los ciudadanos. Un concurso de ideas ha recogido proyectos e iniciativas que posteriormente se han incluido en los más de 200 actos previstos para este año. Las últimas tendencias culturales, con vanguardistas representaciones artísticas y modernas exposiciones, se aúnan en el programa con la tradición cultural local, irlandesa y europea.

Famosa por sus festivales de cine y jazz, Cork aparece atravesada por el río Lee, que deja su impronta en la ciudad gracias a los numerosos puentes que cruzan de un lugar a otro. En su nómina de monumentos, destaca por encima de todo la catedral de Sant Fin Barre´s, un templo del gótico francés que puede ser divisado desde distintos puntos por sus altas torres.

La apuesta de Cork por huir de los grandes fastos queda refrendada en la acogida mensual que tendrán los artistas anónimos de los nuevos Estados miembros de la UE, procedentes de la Europa del Este. España contará con embajadores como el gaitero Carlos Núñez y el ciclo de conciertos de guitarra española con música y poesía desde el siglo XV hasta García Lorca. Entre los protagonistas de Cork 2005 figuran el fotógrafo brasileño Sebastiao Salgado o pintores holandeses como Rembrandt y Van Gogh. Pruebas de que la capitalidad está al alcance de Cáceres.