Trae a Cáceres desde su Madrid natal sus esculturas de inspiración humana y dimensiones en algún caso impactantes. Cree que la sala de exposiciones El Brocense es muy adecuada para exponer obras como las suyas. Se pueden ver hasta el próximo viernes.

--¿Se dedica solo al arte?

--Sí, eso quiere decir que malvivo. Porque es muy difícil vivir en España del arte.

--¿En otros países es más fácil?

--El problema empieza por el respeto. En otros países hay una cultura de entender el arte como algo que sí aporta. Aparte de lúdico, saben que es parte de su cultura y que viendo arte estás aprendiendo lo mismo que leyendo un libro de historia o de literatura. En España no ocurre esto. Aquí muchos creen que la gente lo hace por hobby o por hedonismo. En el momento que no se respeta el trabajo de los artistas, su trabajo tiene muy pocas posibilidades de llegar a ningún sitio.

--¿Es un artista?

--La palabra artista se ha desvirtuado tanto que yo hace años que me declaro escultor. Ya eres artista por freír bien un huevo o por ligar con una chica. Todo el mundo que tiene como hobby pintar ya es un artista. Yo no quiero ser artista. Creo que es más interesante ser genio que ingenioso. Pero hoy en día se valora bastante ser ingenioso. Si eres ingenioso también eres un artista.

--¿Por qué la escultura?

--A medida que iba avanzando en la Escuela de Bellas Artes, me di cuenta de que la pintura no era lo mío. Y que con la escultura, lo que para los demás era un esfuerzo, para mí era normal. Me pregunta la gente si hago bocetos, pero yo estoy viendo las esculturas en tres dimensiones.

--¿Por qué llama a la exposición ´No me ando por las ramas´?

--Porque voy al meollo del asunto, a puntos que a mí me parecen muy importantes para el ser humano como es su propio nacimiento y crecimiento. Para mí el nacimiento no es biológico, es de conciencia, de saber qué vas a hacer en la vida.

--¿Sus esculturas hacen siempre referencia al ser humano?

--Siempre. Mi obra es con el ser humano, para el ser humano y por el ser humano. Entendiéndonos a nosotros mismos podemos entenderlo todo. Mi escultura es una especie de envoltorio de lo que algunos llamarían alma, la esencia del hombre.

--¿Siempre con hierro?

--Ultimamente sobre todo. El hierro permite hacer esculturas grandes y luego desmontarlas para el traslado. Una piedra de 10 metros necesita grúas y camiones. Además, si te equivocas con el hierro puedes cortar y volver a empalmar. En la piedra, se rompe y se acabó. El hierro también me permite crecer en el aire. Lo que pretendo es dibujar en el aire.