Hasta las 23.00 horas de hoy, permanecerá el primer tramo de la calle Gómez Becerra cerrado al tráfico y con la prohibición de estacionamiento de vehículos. El área afectada es la que va desde la avenida de España hasta la calle Hermandad.

Será así todos los fines de semana a partir de ahora, cuando quede restringida la circulación y estacionamiento desde las 14.30 de los viernes hasta las 23 horas de los sábados. Los domingos se restablecerá la circulación por esta vía.

Mientras el tráfico esté prohibido por Gómez Becerra, los coches se desviarán por la calle Motril y la avenida de España. Los comerciantes y residentes tienen permitido el acceso a los garajes, así como la carga y descarga.

La señalización a la entrada de Gómez Becerra avisa de que la grúa municipal pasará a retirar los vehículos que permanezcan estacionados a partir de las 14.45 del viernes. Sin embargo, este primer fin de semana de entrada en vigor de esta medida, la policía ha dado un margen «de cortesía» a los vecinos de la calle y la grúa no ha retirado ningún vehículo.

La semipeatonalización de Gómez Becerra llega tras un acuerdo entre los comerciantes de la zona y el consistorio municipal. La medida se incluye en los planes del ayuntamiento para restringir el tráfico en varias vías cacereñas. No es la primera actuación que se toma en la ciudad en este sentido. Desde finales de septiembre, se ha hecho lo mismo con la plaza de San Juan y la siguiente calle que se corte al tráfico los fines de semana será Ciriaco Benavente y su entorno, una vez que terminen las obras que se están realizando en la zona.

Para Rafael Mateos, portavoz del gobierno local, la semipeatonazalición de Gómez Becerra, así como del resto de calles previstas o que ya tienen cortes de tráfico los fines de semana, son medidas «con un objetivo claro, dinamizar el centro y el comercio, al mismo tiempo que seguir apostando porque los ciudadanos de Cáceres ganen espacio a los coches».

En el primer viernes de cierre al tráfico, los comerciantes y vecinos de esta céntrica calle han mostrado disparidad de opiniones con respecto a esta medida. Isabel María Lázaro, presidente de la Asociación de Comerciantes de Gómez Becerra y regente de la ferretería La Luna, asegura que este cierre cuenta con el apoyo «de la mayoría» de establecimientos de la calle, «creemos que va a tener buena acogida».

Los comerciantes apoyan esta medida con vistas a la futura mejora de la calle, como ha ocurrido en San Pedro de Alcántara, ya que critican las dificultades para caminar por las aceras de Gómez Becerra, «no se puede pasear con un paraguas» dice Isabel María Lázaro. En este sentido apunta también la propietaria de Zapatines, una tienda de calzado infantil. Sus clientes suelen ser familias, muchas con carritos de bebés, que encuentran muy complicado andar por la calle.

Otra de las deficiencias a la que apuntan los comerciantes es la escasa iluminación nocturna, «lo que quiero es que pongan unas buenas luces y unas buenas aceras, la peatonalización me da más igual, porque en esta calle no se ve nada» señala Lola Barrero de la tienda Lanidor. Esta comerciante asegura que quiere lo mejor para todos, «incluido el vecindario, que son los que vienen por la noche y, a partir de las doce, esto está oscuro».

La presidente de la asociación de comerciantes incide en que el cierre al tráfico tiene vuelta atrás «si cuando se ejecuten las obras vemos que no es conveniente que la calle esté cerrada al tráfico, pues se quedará una vía en medio para que se pueda circular».

De hecho, Isabel María Lázaro afirma que los comerciantes han solicitado la obra «para toda la calle, no sólo para el primer tramo» donde también hay negocios, pero «no entramos en presupuesto porque la calle es muy larga», por lo que espera que se incluya en las próximas cuentas municipales.

A pesar de la coincidencia entre los comerciantes en la necesidad de acometer mejoras en Gómez Becerra, el sentimiento más extendido entre este colectivo es el de expectación, «no sabemos cómo va a responder la gente», dice Emilio Cillero del Mesón Stick.

Entre los vecinos, en cambio, hay disparidad de opiniones ante la medida. Las personas que se muestran en contra de esta semipeatonalización señalan, como principales causas para su oposición, las dificultades para aparcar y acceder a las casas. Otros, muestran sus dudas acerca de que esta medida vaya a ser positiva para los comerciantes.

Otros vecinos, sin embargo, consideran que se reducirá el ruido de una vía que soporta mucho tráfico y que las restricciones serán positivas para todos. Hay también quien lamenta que la prohibición de circulación y estacionamiento no se haya extendido a toda la calle.

El ayuntamiento, por su parte, reconoce que «son medidas que aunque en un primer momento puedan generar algún tipo de inconveniente, sobre todo a los residentes, a corto y medio plazo redundan en beneficio no sólo de los vecinos sino también de la actividad comercial», asegura Rafael Mateos.

Cuando se haga efectivo el cierr al tráfico de Ciriaco Benavente, las calles semipeatonalizadas en el centro de Cáceres sumarán casi un kilómetro. Según el consistorio, la mitad de los trayectos que se realizan por la ciudad duran menos de quince minutos, por lo que la mayoría se podrían realizar a pie o en autobús.