El trayecto de llegada ayer a la plaza de Veletas era solo para valientes. ¡Dios, qué calor entre las piedras monumentales de la bella Cáceres, pero qué placer llegar a los jardines del Museo Provincial! porque lo que esperaba a los invitados a la presentación de la XXVIII edición del Festival de Teatro Clásico era, sin duda, un regalo. Allí estaba Inma Cedeño, la responsable de María de Melo Collection, que ha creado esa maravilla de exposición de trajes del Siglo de Oro y su relación con el teatro. Doce vestidos, seis masculinos y seis femeninos, digna representación de todas las clases sociales, excepto el clero, de los siglos XVI y XVII, que puede ya contemplarse en el museo. Qué sofocos debieron pasar los alumnos de la Escuela Superior de Arte Dramático, que estoicamente lucían los imponentes trajes de Cedeño, y que lo hacían sin perder la sonrisa (ellos sí que merecieron el coctail final).

Ya en los jardines, otra sorpresa: el concierto, magnífico por cierto, de Cámara Antigua, el grupo dirigido por Manuel Guisado, y cuyo repertorio sirvió de antesala a su actuación del próximo viernes en la concatedral de Santa María (20.30, entrada libre), donde pondrán melodía a piezas magistrales de Juan del Enzina o Mateo Flecha, auténticos tesoros del XV al XVII.

Enseguida tomó la palabra Silvia González, directora del Clásico. Siempre contagia ella, será porque ama tanto el teatro que sabe transmitirlo como nadie. Tres semanas, 16 representaciones, 15 compañías, actores, directores, coreógrafos, músicos... que darán vida a Cervantes, Shakespeare, Lope de Vega, Calderón de la Barca, y ese guiño a Zorrilla en el bicentenario del indispensable ‘Don Juan Tenorio’.

El concejal de Turismo, Raúl Rodríguez, fue elegante en su discurso (dio la enhorabuena a la organización, y eso que a estas cosas no debería faltar la alcaldesa, por mucha agenda que haya). También faltó la presidenta de la Diputación (son siempre necesarias las presencias), pero sí acudió el portavoz Luis Fernando García Nicolás (hay periodistas que se quejan porque se embarulla al hablar, pero lo cierto es que ayer estuvo muy bien al situar a Cáceres como destino cultural de primer nivel (citó a Alcántara y Cáparra) y llevaba más que razón al decir que somos «referente nacional y centro de las miradas de los profesionales de las artes escénicas»).

Subió luego al atril la secretaria general de Cultura, Miriam García Cabezas (este año el presidente Vara no acudió, sí vino el año pasado) para definir a nuestra ciudad como «baluarte de la cultura extremeña y marchamo de calidad». Es así, en Cáceres se citarán desde hoy y hasta el próximo 2 de julio desde la Compañía Nacional hasta algunos de los grupos más destacados del panorama teatral español y extremeño. Los textos clásicos resonarán para hablar de la pasión, del amor, del odio y de la guerra, todo aquello que sigue preocupando al hombre y que sigue haciendo contemporáneo a lo clásico.

Los actores

Lo mejor se dejó, como siempre, para el final. Un actor, un buen actor, lo llena todo. Los actores, ya lo dijo Chaplin, saben que «la vida es una obra de teatro que no permite ensayos...» Por eso, cantan, ríen, bailan, lloran y viven intensamente cada momento de sus vidas. Y así lo hicieron los tres intérpretes invitados por la organización: con intensidad explicaron sus emociones por estar en Cáceres. Mercedes Castro fue la primera en hablar. Tiene el honor de abrir esta noche el festival. Lo hará a las 22.30 (Compañía Eme2, 10 y 12 euros) en la plaza de las Veletas con ‘La novia de Don Quijote’, un monólogo en el que Aldonza reclama su derecho a explicarse, a rebelarse contra el destino real que su némesis imaginada -Dulcinea- ha previsto para ella. Pero Mercedes, la real, dijo sentirse «abrumada y encantada» por el espacio, por el entorno, por esta «ciudad maravillosa y floreciente».

Guillermo Serrano es cacereño. Es lo primero que hay que decir porque mira que es alto Guillermo y todo lo que tiene de alto lo tiene de cacereño, y presume de ello, como no puede ser de otra manera. Ha sido «profeta» en su tierra, confesó ayer mientras habló de su ‘Don Juan Tenorio’, que interpretará en su estreno absoluto el 21 y 22 de junio (plaza de las Veletas, 22.30) de la mano de Amarillo Producciones. Luego habló Guillermo de algo muy importante, y es de lo difícil que es poner en marcha un montaje teatral. Y eso lo hace mucha gente en Extremadura, y todos ellos merecen, como mínimo un monumento en forma de rebaja de IVA cultural, de mejores sueldos y esas cosas.

A ello también se refirió Juan Díaz. Y emocionó Juan: su padre era de La Vera y hace cuatro meses que falleció. Así que esta cita es especial para él. Este actor es una de las apuestas de ‘Medida por medida’, la obra de Factoría Producciones & Inconstantes (25 de junio, plaza de las Veletas, 22.30), que versiona a Shakespeare con el toque de Isidro Timón y Emilio del Valle. Es sabio contestatario Juan Díaz cuando dice que «la ilusión diaria de un actor es que nos salgan bolos y poder llegar a fin de mes». Así que tomen nota, señores políticos, y vayan al festival, y trabajen para que el teatro siga siendo una profesión digna, referente de las sociedades modernas de todos los tiempos.