Periodista

Cáceres es la única ciudad del mundo donde el jefe de protocolo de su virgen es, a la vez, jefe de protocolo del presidente de la Junta. En Cáceres no hubo durante el franquismo huelgas de tranvías, paros de mineros ni algaradas estudiantiles, pero Caleros estuvo a punto de irse a las barricadas porque a algún inconsciente se le ocurrió cambiar el itinerario y traer a la Virgen por la avenida de la Montaña. Es más, cuentan que en 1936, como un anticlerical borracho se mofara de la patrona, fueron los rojos más luciféricos quienes le gritaron que bien estaba no creer en Dios, pero que la Virgen de la Montaña.... En una ciudad así, es lógico que socialistas y populares corran al grito de: "¡Ateo el último!" en pos del culpable de que la Virgen y el santo patrón hayan desaparecido de la medalla. Igual es que nunca estuvieron. Eso sería muy cacereño. De hecho, hace siglos ya desapareció san Jorge y no pasó nada. La imagen del santo se mandó a restaurar y se perdió. Estuvimos años sin santo hasta que Díaz de Bustamante compró uno nuevo y nadie protestó. Claro que entonces no estaban los beatos socialistas.