Antonio Montes es uno de los vecinos afectados por las obras de reforma del pavimento y las conducciones en la calle Damas. Antes de que los residentes anunciaran sus quejas y recogieran firmas para remitirlas al alcalde, este padre de familia ya había denunciado ante la Inspección de Trabajo la situación de las obras. "No cumplen las medidas de seguridad", manifestó ayer a El PERIODICO.

Sin embargo, y tras comprobar que nada cambiaba en el discurrir de los trabajos, Antonio Montes decidió dejar su casa, cerrarla y marcharse a vivir con unos familiares a la zona de la Cruz de los Caídos hasta que concluyan las actuaciones y pueda volver a su domicilio.

Lo hizo impulsado especialmente por sus hijas, de 2 y 3 años. "Los pies se les colaban por los palés de madera colocados en la entrada a la vivienda. Me daban miedo las obras. Tampoco podía utilizar las sillas de las niñas en la calle y tenía que llevarlas siempre cogidas. Un calvario", relata. Antonio pide más celeridad, más medidas que ahorren molestias a los vecinos y una mayor garantía de seguridad.