La presencia de las gasolineras low cost está creciendo paulatinamente en la capital cacereña. Tras la primera apertura, el pasado mes de diciembre del 2013, de este tipo de estaciones de servicio en el residencial Vistahermosa, enfrente de Charca Musia, este miércoles 27 de agosto se habilitó la segunda gasolinera de bajo coste en la ciudad. En este caso, con ubicación en la plaza Juan Ramón Jiménez, en el residencial Ronda.

A pesar de las continuas manifestaciones por parte de la Plataforma de Afectados contra la instalación de esta gasolinera, quienes presentaron una demanda en el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo contra la concesión de la licencia de obra por parte del ayuntamiento a los promotores del proyecto, la dirección general de Industria y Energía del Gobierno de Extremadura terminó concediendo la licencia a la empresa promotora, Petrogold, tal y como informó este periódico el pasado miércoles 20 de agosto. Dicha licencia significaba el último trámite que necesitaban los empresarios para iniciar su actividad en el barrio de La Mejostilla y, una semana después de conseguirla, la estación de servicio se encontraba abierta al público.

Sin embargo, la Plataforma de Afectados continúa defendiendo que en ese emplazamiento, al encontrarse en un entorno rodeado de viviendas, no es conveniente la instalación de una gasolinera de ningún tipo, y mucho menos de características low cost , al tratarse de una instalación desatendida.

Una de las mayores preocupaciones del colectivo es que la falta de vigilancia hará imposible controlar, a pesar de que existen cámaras, si alguien llega fumando, hablando por el teléfono móvil o se deja las luces puestas al echar gasolina. Al igual que resultará complicado supervisar el uso de envases no homologados, evitar posibles derrames o comprobar que no haya peligro después de una pequeña fuga.

"No se tiene en cuenta el coste que supone para las empresas la formación de sus trabajadores en materia de prevención de riesgos laborales. Si hay un vertido enseguida actúan y en este tipo de gasolineras dependemos de la buena fe de las personas, ya que se te puede escapar la manguera o puede rebosar tu tanque de gasolina. De hecho, también hay gente que se sirve la gasolina con las luces encendidas, ¿quién controla todo eso?", apunta Juan Carlos Caso, portavoz en el Consejo Sectorial de Medio Ambiente y coordinador del movimiento social 'Progresar ayudando' de UGT, y también vecino afectado por la instalación de la última gasolinera low cost en el residencial Ronda.

Después de ocho meses de culebrón, el último capítulo pudo cerrarse el pasado miércoles con la inauguración de la estación de servicio. No obstante, la Plataforma de Afectados ha solicitado una copia del expediente de la licencia de apertura y estudiarán, en una reunión que tienen intención de celebrar a principios de este mes de septiembre, posibles medidas de reacción, al igual que ya hicieron con la licencia de obra.

Así, la instalación de la última gasolinera de bajo coste ha acarreado meses de polémicas. Aunque el precio del gasoil se encuentra por debajo del marcado en las gasolineras tradicionales, estas estaciones de servicio también cuentan con una serie de desventajas.

El mayor inconveniente y lo que las diferencia de las tradicionales es la ausencia de personal. El cliente tiene que servirse por su cuenta el combustible y el pago, en metálico o mediante tarjeta de crédito, se realiza a través de un cajero automático. Además, los usuarios disponen de un servicio de asistencia telemática como ayuda para resolver cualquier incidencia o duda que puedan tener. Medidas insuficientes para Casto Bravo, presidente de la Asociación Extremeña de Estaciones de Servicio (Aresex). "Hace unos días, el pasado 8 de agosto, se incendió una gasolinera desatendida en Cataluña. Por muchas cámaras se seguridad o carteles con las normas a seguir existe un peligro evidente y nosotros ya lo habíamos vaticinado", expresa Bravo.

24 HORAS Los promotores garantizan que el combustible es de calidad similar que en otras gasolineras porque éstos pasan por los mismos controles y su gran ventaja es que venden más barato porque han optimizado los costes de estructura, ya que no necesitan personal y no tienen servicios añadidos, tales como tiendas, lavaderos de coches, aseos o áreas de descanso. Ni siquiera se publicitan. Además, este tipo de estaciones de servicio funcionan las 24 horas del día, y eso incluye también fines de semana y festivos.

"Las estaciones desatendidas están proliferando como setas y cuando colocan una próxima a otra gasolinera tradicional las condenan al cierre. Además, cualquiera puede montar una en apenas 50 metros cuadrados, no tiene que saber nada sobre combustibles ni repostaje. Ven la oportunidad de negocio y se tiran a la piscina, haya agua o no", señala Bravo.

En una época de crisis como la actual suponen el reclamo perfecto para el cliente que mira hasta el último céntimo. Sin embargo, entre los agentes sindicales y Aresex la instalación de este tipo de estaciones de servicio genera desavenencias, ya que consideran que acarrean deficiencias de seguridad y tienen repercusión en el empleo de los surtidores convencionales.

"Están haciendo daño. En Extremadura van unos 60 empleos perdidos desde hace tres o cuatro años, y además se ponen en riesgo unos 1.200 puestos de trabajo de las gasolineras tradicionales. Es una competencia muy agresiva, contra la que los empresarios de las estaciones tradicionales no pueden luchar, ya que el 40% de su recaudación va destinado a los salarios de los empleados. Además, la región no se puede permitir, en la situación actual, mandar a más gente a la calle", expone Caso.

El crecimiento en la instalación de este tipo de gasolineras se produce amparado por el Real Decreto 1/2013 del 26 de julio de Medidas de Apoyo al Emprendedor y de Estímulo del Crecimiento y la Creación de Empleo, con especial incidencia en el sector. Por un lado impide a los propietarios de estaciones abanderadas (también están los gestores, que son arrendatarios comisionistas) firmar contratos indefinidos con las petroleras, que son las que ponen las condiciones. Por otra parte, permite instalar estaciones desatendidas en las ITV, polígonos industriales y centros comerciales.

"No se comprende que para vender una barra de pan el empleado de la caja tenga que tener el carnet de manipulador de alimentos y, sin embargo, en las gasolineras desatendidas cualquiera se sirve él mismo el combustible", revela Bravo.

COMPETENCIA DESLEAL "Es una historia que viene de mucho tiempo atrás, procede de Europa. En Francia se han perdido unos 200.000 puestos de trabajo por este tipo de gasolineras, antes había una estación cada dos kilómetros y ahora se encuentran cada 20", comenta Caso. Las asociaciones de gasolineros "están en pie de guerra porque consideran que reciben una competencia desleal", explica Caso, quien desde el sindicato concuerda con esa opinión, al revelar que incumplen leyes como la ley de consumidores.

"Todo establecimiento comercial abierto al público tiene que tener la hoja de reclamaciones disponible y, en este caso, tienes que llamar por teléfono para solicitarla y esperar a que vengan con ella. Otra cuestión en la que queremos hacer especial hincapié es acerca de la ley de igualdad. Una persona con movilidad reducida, la cual que no puede bajarse del coche a repostar, podría recibir ayuda del gasolinero en las estaciones de servicio tradicionales, pero no así en las desatendidas. Se puede decir que es un acto discriminatorio", explica Caso.