El presidente de la Fundación del Centro de Cirugía Mínima Invasión (CCMI) se muestra muy agradecido al ayuntamiento al entregarle este título, aunque reconoce que esta distinción es fruto "del trabajo de todo un equipo".

--¿Cómo se siente al recibir esta condecoración?

--Me siento verdaderamente feliz. Este título deja ver que la vida es un sueño. Quiero compartirlo con los profesores Vives, Ezquerra y Usón Casaús, los tres aragoneses que vinieron conmigo para desarrollar unas actividades.

--Ha recibido la Medalla de Oro al Mérito del Trabajo, la Medalla de Extremadura y ahora el título de Hijo Adoptivo. ¿Cuál le ha hecho más ilusión?

--No suelo pensar en esas cosas, la mayor ilusión que tengo es trabajar todos los días. El reconocimiento que a mí se me hace es fruto del trabajo de muchísimas personas.

--¿De cuántas personas?

--Aquí trabajan 82. Además en este centro ha habido inversiones de instituciones públicas y privadas. Quizá la más importante fue la de Rodríguez Ibarra, cuando decidió montar el primer centro. Si eso no hubiera ocurrido quizá hoy no estaríamos haciendo esta entrevista porque el diploma no sería mío.

--¿Cuántos reconocimientos acuña en sus años de carrera?

--No lo sé. A mí lo único que me preocupa es tener sueños y proyectos para llevar a cabo.

--Extremadura le tiene mucho cariño, ¿qué siente usted por esta tierra?

--Yo a Extremadura también le tengo mucho cariño desde que llegué aquí en el 86. De hecho cuando volvía de vacaciones a Aragón le decía a mi hermano José que aquí me sentía como un extremaño .

--¿Tienen algún proyecto en mente de relevancia?

--El centro está desarrollando los infartos de miocardio con cultivo de células en laboratorio, con estudios de resonancia con células marcadas. Estamos haciendo una gran labor a nivel europeo.

--Se imaginó algún día que iba a gestionar uno de los centros más importantes del mundo?

--No suelo pensar esas cosas. Lo importante es que trabajamos para posicionar a Extremadura y a España a nivel mundial.

--¿Trabaja todos los días?

--Todos. Tengo 62 años y tengo la suerte de gozar de buena salud y de seguir soñando con muchos proyectos y la fuerza para ir lográndolos.

--¿A qué dedica su tiempo libre?

--Doy paseos con la Chispas, mi perrita. También me gusta leer y pintar porque me relaja mucho.

--¿Piensa jubilarse pronto?

--Me jubilaré cuando esté imposibilitado físicamente. La vida es un sueño por eso hay que vivir soñando y morir como se ha vivido, soñando. Eso te permite tener una vida más dulce.