El accidente ocurrido la semana pasada en el que una mujer perdió la vida tras ser arrollada por una motocicleta en el parque del Príncipe ha levantado el debate de la seguridad en los parques. El concejal de Infraestructuras y responsable del área de Parques y Jardines, Miguel López, defendió ayer que las zonas verdes de la ciudad, "son seguras, sin lugar a dudas", reiteró, aunque estimó la conveniencia de adoptar medidas que ayuden a evitar que situaciones como la ocurrida el pasado 9 de julio se repitan.

En este sentido, el edil confirmó que ya ha recibido un primer informe de la sección de Parques en el que se detalla "algún conflicto" que se ha producido entre la delegación municipal y la concesión de la piscina del Príncipe, relativo a los horarios de carga y descarga.

López indicó que a esta situación se añade el hecho de que dentro del parque existe un aparcamiento público, lo que hace inevitable, al menos en ese acceso, el trasiego de vehículos.

La solución, a juicio del concejal, pasa por la instalación de un nuevo cerramiento que cubra el perímetro de la piscina y del propio párking y que la entrada natural a la zona verde se coloque al final de las instalaciones de baño para que ambas áreas queden perfectamente delimitidas.

Igualmente, el responsable municipal se refirió a la reciente colocación de nuevas señales. En todos los accesos al parque del Príncipe se han dispuesto placas que avisan de la prohibición de circular en el interior de la zona verde. Antes del accidente existía este tipo de señalización, pero ahora se ha reforzado. No obstante, el edil abogó por la puesta en marcha de medidas educativas antes que coercitivas.