Cambian los tiempos, cambian los hábitos. Los narcopisos ya no venden droga para que sus clientes las consuman fuera sino que les obligan a hacerlo en su interior para burlar a la policía. Esta es una de las novedades que la brigada de Estupefacientes de la Policía Nacional ha detectado en el último año, a diferencia de las épocas en las que eran frecuente esta práctica, sobre todo cuando el Bloque C de la calle Ródano funcionaba como un gran supermercado de sustancias.

El cambio de tendencia, explica el comisario jefe provincial Luis Ochagavía, se traduce en que los nuevos narcopisos ya no se abren el consumo de cocaína y heroína sino que se derivan al de marihuana. "Es el caso de un chico que tiene plantadas sus macetas, incluso colgadas en el balcón. Que posea cuatro o cinco no implica que se dedique al tráfico de drogas. Eso no da motivo suficiente para que la autoridad judicial ordene realizar un registro en el domicilio", precisa.

Por contra, los distribuidores de otras drogas como cocaína y heroína suelen acudir fuera de la capital cacereña a realizar las compras. Mérida y Plasencia son los dos principales hipermercados para la compra de estupefacientes que luego se destinarán al mercado.

En pequeñas dosis

Otros traficantes optan por realizar viajes a Madrid en varias ocasiones durante la semana para transportar pequeñas cantidades ya que, en el caso de ser interceptados, se enfrentarían a un castigo menor y perderían menos dinero si la policía les requisa los estupefacientes adquiridos. En Plasencia se ha incrementado la vigilancia en los accesos a las zonas de venta.