Miguel Madera, quien fue director-coordinador del plan general de urbanismo en vigor y exdirector general de Urbanismo de la Junta, asegura en una entrevista publicada por la revista Bóveda, de la Federación Provincial de Empresarios de la Construcción, que el nuevo plan general municipal está "plenamente inserto en el espacio económico en el que hoy día habitamos", para a continuación afirmar: "Creo que nos vamos a encontrar un plan de extensas previsiones, lo que al final generará discontinuidades en nuestra periferia".

En el preámbulo de la entrevista se destaca su opinión de que el plan en vigor, que se empezó a elaborar en 1988, y el nuevo plan general corresponden "a sociedades absolutamente distintas, a dos espacios económicos diferentes", razón por la que lamenta que ahora se planifique desde una óptica inmobiliaria y económica, y advierte del peligro que supone formular modelos de ciudad que califica de "pocos sostenibles".

En otro apartado de la entrevista referido a los proyectos de interés regional (PIR), de los que recuerda que es una figura pensada "para una acción netamente pública y muy justificada", considera que "se ha propuesto algún PIR totalmente inconexo de la ciudad, en el caso de Cáceres, sin ninguna ligazón eficaz con viales de conexión, infraestructura de saneamiento general o infrastructura de abastecimiento de agua".

A continuación estima que no se puede tener "un dormitorio de viviendas colectivas en un conjunto amplio, en una larga periferia urbana". Y añade que da la impresión de que "nadie ha deseado sacar ninguna consecuencia del antecedente inmediato de práctica tan funesta: el residencial Universidad".