El marido de Aurora Pascual, la mujer que el pasado 20 de abril fue hallada muerta y emparedada en un piso del bloque C de la calle Ródano, en Aldea Moret, mantiene que la mataron. Señala como posibles autores a su hermano, Zósimo Pascual, y a su pareja sentimental, Purificación García; al tiempo que muestra su consideración sobre la implicación en el suceso de una tercera persona, de la que manifiesta no decir más, de momento, por no tener segura su identidad, pero de la que sí afirma que es mujer, "la toxicómana a la que Puri dijo que la habían matado y emparedado", concreta.

Es parte del contenido del escrito que Juan José Palomino ha remitido al Juzgado desde el Centro Penitenciario de Cáceres donde está cumpliendo una condena de 6 años y medio. Según ha podido saber EL PERIODICO, a este centro llegó en noviembre pasado desde la prisión de Huelva, y saldrá, con la libertad definitiva, el 15 de mayo del 2007.

En su escrito, de fecha 4 del presente mes de junio, también manifiesta sus dudas de que su mujer muriera de una sobredosis como mantiene su hermano Zósimo Pascual. Este, detenido junto a su pareja, Purificación García, como presuntos autores del crimen, ha asegurado que encontró a su hermana muerta en la cama, junto a una jeringuilla, y que su compañera y él decidieron emparedarla y quedarse con la casa de Aurora "sin pensar en las consecuencias".

LAS VERSIONES Como ya publicó este diario el pasado 26 de mayo, eran las declaraciones que Zósimo Pascual hacia al juez encargado del caso a través de una carta remitida desde el Centro Penitenciario de Cáceres, donde estuvo encarcelado durante un mes --en la actualidad se encuentra en libertad provisional--.

Precisamente durante su estancia en prisión, Palomino relata en su escrito que pudo hablar con él y, según afirma, Zósimo le dijo: "Coño, perdoname, pero fue por un pico". También asegura que habló con Purificación, a la que preguntó: "¿Por qué?", y ella, señala, le contestó: "No es como crees, la encontramos muerta", a lo que él respondió: "Pues Zosi dice otra historia".

Asegura que su hermano maltrataba a su mujer, "en los bis a bis siempre la veía moratones y la decía que por qué no los echaba de la casa"; e insiste en su negativa a aceptar "que mi esposa falleció de sobredosis, me refiero a pincharse droga, pues mi mujer no se pinchaba", por lo que pide que se continúe la investigación, "que no se deje porque sea una toxicómana, pues en su muerte hay algo oscuro".

Se pregunta, además, si cuando salga de prisión estarán sus cosas y las de su mujer en el piso, "pues he sabido por vecinos que se han vuelto a meter en la casa y han vendido cosas". Por ello, informa también en su escrito, que el 2 de junio denunció en el Juzgado de Guardia (el número 4 ese día) a Zósimo, Purificación y la hermana de ésta "para que los echen del piso".