El Centro de Cirugía de Mínima Invasión (CCMI) también supone un ejemplo de buenas prácticas económicas, puesto que, lejos de vivir de las subvenciones, es capaz de conseguir sus propios fondos, que han superado los 12 millones de euros en estos diez últimos años mediante contratos y servicios con las empresas privadas y el sector público. Pero además ha editado 465 publicaciones científicas, tiene 17 patentes, ha creado una spin-off, ha diseñado 25 aplicaciones móviles y cuenta con más de 623 colaboradores científicos de medio mundo.

Los méritos del centro han seguido acumulándose en los últimos tiempos con su reconocimiento por parte del Gobierno como Infraestructura Científico-Técnica Singular (hay 29 en el país, todas únicas en cuanto a sus capacidades de investigación y científicas). Además se ha incluido en el grupo de investigación del Centro al CIBER-CV (Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Cardiovasculares). También ha registrado un notable crecimiento de los cursos de formación y de proyectos de I+D europeos, ha contribuido al nacimiento del Clúster Sociosanitario de la comunidad extremeña, ha obtenido la acreditación de ‘Buenas Prácticas de Laboratorio’ para la realización de ensayos preclínicos, y ha logrado la puesta en marcha de su propia Aula Formativa de Reproducción Asistida.