El herido tras derrumbarse parte del suelo de su cuarto de baño ya ha sido dado de alta. Todavía se recupera de las heridas y no puede caminar (está en una silla de ruedas) por lo que la familia se ha visto obligada a ingresarlo en una residencia de ancianos. No tiene hijos y las viviendas de sus sobrinos no están adaptadas. El problema es que no tiene cómo mantenerse, cobra 600 euros de pensión y la residencia supone 1.760 euros mensuales. «No nos conceden una ayuda para poder pagarla. Estamos preocupados y agobiados porque no sé cómo vamos a hacer para salir adelante», explica su sobrina, Soraya Pérez.

Fue dado de alta hace una semana, después de someterse a una complicada intervención. Tras la caída sufrió un traumatismo torácico severo (con rotura de varias costillas, neumotórax y hemotórax) y fractura de pelvis, lo que le llevó a estar ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) cinco días. En el hospital ha estado tres semanas y aún no se encuentra recuperado del todo.

Los hechos ocurrieron el pasado 1 de junio, en el número 44 de la calle Barrionuevo. Eran algo más de las nueve de la mañana cuando el herido estaba en el cuarto de baño y se desprendió parte del suelo, lo que dejó al descubierto el lavabo y la bañera. El hombre cayó desde una altura de tres metros por el agujero que dejó el suelo tras desplomarse y terminó en un bar situado en el bajo del edificio, que lleva cerrado varios años (el bloque cuenta con tres plantas: el bajo, donde está el bar, la primera, donde ocurrió el derrumbe y la segunda, que se encontraba vacía en ese momento).

está precintada / El ayuntamiento dio la orden de precintar la vivienda tras los hechos por seguridad. Tras analizar lo ocurrido los técnicos municipales concluyeron que se debía a las humedades, que habían deteriorado los forjados, construidos en madera. Los técnicos también inspeccionaron la planta superior del edificio siniestrado, donde observaron hundido y agrietado el suelo de la cocina. Esto afecta al techo de la primera planta que presenta fisuras en el falso techo, lo que hace presuponer que los forjados de esta zona también son de madera y podrían estar asimismo afectados.

Días después la familia del herido se reunió con el ayuntamiento para solicitarle su ayuda. Sin embargo a día de hoy no ha llegado. «No nos ofrecieron una casa porque no tienen, sí otras ayudas, entre ellas mediar con la Junta para entrar en una residencia pública, pero no han vuelto a ponerse en contacto con nosotros», protesta Soraya Pérez. Y añade que los seguros de la vivienda tampoco quieren hacerse cargo de los gastos que está suponiendo el accidente. En la casa vivía también la madre de ésta y hermana del accidentado. Ella vive ahora con su hija.