Ayer se cumplió una semana de la reunión Ibarra-Saponi. Y el expediente de El Corte Inglés está igual. Pero ha habido dos movimientos destacados. Uno del promotor de la operación, Jesús Alarcón, para revisar su oferta. Y otro del gobierno municipal, que, aun insistiendo en que es posible que el promotor compense a la ciudad con dinero y no con suelo, baraja otras opciones y variar el proceso.

Según fuentes consultadas, el lunes, en una reunión entre Saponi y técnicos, se planteó tramitar el expediente no de forma individualizada, sino dentro de la revisión del plan general municipal. El fin es doble: seguir vinculando El Corte Inglés, dado que su opción de compra acaba en un mes, a la operación, que se tendría que revisar, y poder aprobarla. Vela confirmó ayer que la apoyaría si va dentro de la revisión.

No obstante, "no hay nada decidido", precisaron fuentes municipales. Saponi ha insistido en que está a la espera de que la Agencia de la Vivienda de la Junta envíe su informe. El consistorio propone y la Junta debe dar la aprobación final al velar "por el principio de legalidad", recordó su presidente, Javier Corominas, el martes.

Ibarra adelantó que la operación no se iba a aprobar como la propone el gobierno local y habló de alternativas por si el promotor no daba otra solución: fuera de las Carmelitas o que Urvipexsa, cuyo único accionista es la agencia, la promoviese. La agencia interviene si "le deja de interesar" al promotor, apuntó Corominas.

Sería una operación no habitual para Urvipexsa. Según sus escrituras, suele promover pisos, naves industriales y edificios públicos. La participación de Urvipexsa fue, incluso, inicialmente cuestionada por el sector por intervencionista.

La Junta ha advertido de que un incremento de la edificabilidad en las Carmelitas obliga a ceder suelo para dotaciones. Más pisos u oficinas necesitan de espacio público, ya sea parque o un servicio público. No cabe transformarlo en dinero, que es lo que defiende el gobierno local. A la cesión de suelo se suma la del 10% de los nuevos aprovechamientos (residencial o terciario) a la ciudad. Esta sí se podría monetarizar, según informes, pero la cesión de suelo no.

Viviendas, que es lo que propone Alarcón, cesión de suelo en la parcela del colegio y obtención de beneficios para pagar a las Carmelitas es una posibilidad inviable. Con usos terciarios (oficinas, locales, hotel...) y con la cesión de suelo dotacional en la parcela quedarían libres unos 1.700 metros cuadrados a los que sacar un beneficio con el que afrontar la operación (este podría ser el planteamiento de Urvipexsa), dado que al suelo de El Corte Inglés, del nuevo colegio y de la cesión dotacional se podría sumar una calle interior.

Sigue interesado

Alarcón sigue interesado y va a "plantear alternativas", reiteró ayer, apostando "con más fuerza" por una unidad de ejecución discontinua, opción sugerida por la agencia en marzo. Esta solución significa no renunciar a los usos residenciales (1.700 metros cuadrados) y terciarios (800) que pretende en las Carmelitas y hacer la cesión para dotaciones en otro terreno, "donde quiera el ayuntamiento", dijo, incorporando a sus dueños al beneficio y cargas de la operación.

La unidad de actuación discontinua "y otras posibilidades", indicaron fuentes municipales, no se descartan con el fin de cumplir con esas cesiones. Lo que también se plantea es que el expediente "pueda ir en la revisión del plan y no como modificación", añadieron.

Felipe Vela mostró ayer su disposición a dar su apoyo, con lo que se tendrían 13 de los 25 votos necesarios, pero siempre que El Corte Inglés vaya dentro de la revisión del plan general y se cumplan "todas las cesiones que marca la ley" (para las dotaciones públicas y aprovechamientos), cesiones que son "para la ciudad" y "no necesariamente en la parcela" del colegio. Vela, que recordó que Saponi le culpa de no tener mayoría absoluta para aprobar la modificación del plan, manifestó que esa mayoría la tiene "dentro de la revisión del plan y con las cesiones legales".

Cambiar el trámite ayudaría a que ahora se apruebe la operación, pero vincula El Corte Inglés a otras cuestiones que, al igual que las Carmelitas, necesitan la aprobación final de la Junta.