El Juzgado de lo Penal ha condenado a un joven al pago de una multa de 18 meses con una cuota diaria de ocho euros (algo más de 4.300 euros) por un delito de abusos sexuales que cometió al tocarle el culo a la novia de un amigo cuando se encontraban todos en grupo en un pub de La Madrila Baja. Además, tendrá que pagar las costas del juicio, según una sentencia hecha pública ayer.

Los hechos ocurrieron en febrero del 2005 a las cuatro de la madrugada en al pub Bocaccio. El joven, cuya identidad responde a las iniciales J. M. B. V. y que no tiene antecedentes penales, estaba con la víctima en el mismo grupo de amigos, de hecho ella era novia de otro de los chicos. En un momento, el muchacho se acercó a la mujer, le puso la mano en el culo, se lo cogió fuertemente y le dijo "qué durito lo tienes". La chica le dio un pequeño empujón y se alejó. El hecho lo presenció el portero de seguridad del local, que le ofreció ayuda a la chica, aunque esta lo dejó correr.

Sin embargo, poco después, todos fueron a casa del novio de la joven y allí, sin que el resto se percatara de lo que ocurría, el procesado aprovechó que estaban sentados próximos en un sofá para volver a tocarle la espalda con intención de seguir hacia el trasero, pero ella se levantó para evitarlo.

INTENCION LASCIVA El juez no ha dado crédito a la versión del encausado quien manifestó que tocó levemente la nalga a la chica porque estaban conversando sobre el gimnasio al que iban ambos. Y, aunque la joven no puso la denuncia hasta ocho meses después de los hechos, le da toda credibilidad a la víctima en base, sobre todo, al testimonio del portero de seguridad del local que presenció lo hechos y corroboró la versión. Además, el tribunal entiende que la acción del chico tenía un "móvil sexual", una "finalidad lúbrica", de ahí que se considere el hecho como delito y no como una simple falta.