Los cacereños no fallaron. Tampoco pese a la lluvia. La ciudad acogió en multitud a la Virgen de la Montaña, y los representantes municipales y religiosos le dedicaron sus palabras más cariñosas. La alcaldesa, Elena Nevado, agradeció la llegada de la patrona, "el faro que guía a los cacereños y un nexo de unión para todos, una seña de identidad, un punto en común, porque confiamos en ti y porque siempre que acudimos a pedir auxilio estás presente, en los buenos y en los malos momentos para orientarnos", dijo ante la imagen de la Virgen, ya en la plaza Mayor.

También se refirió a la acogida de los cacereños, "a su forma de ser, de trabajar, un pueblo fuerte en sus convicciones capaz de afrontar cualquier reto con una voluntad infranqueable... Un pueblo que sabe afrontar las dificultades y que se sabe transformar ante las circunstancias y las necesidades de cada momento", subrayó. Y tuvo palabras especiales para los jóvenes: "Debemos ayudarles a ser protagonistas de la construcción de un mundo mejor, porque son las luces de la esperanza, los encargados de conservar y transmitir las tradiciones, con el amparo y la ayuda de nuestra patrona...".

Por su parte, el obispo de Coria-Cáceres, Francisco Cerro, mostró su satisfacción por la llegada de la Virgen de la Montaña "para confortar a los enfermos y, como dice el papa Francisco, para acompañar a los que están en las periferias existenciales de la vida". También subrayó que la patrona "viene a dar esperanzas e ilusión a las familias que padecen especialmente estos duros momentos de la crisis".