Los usuarios del autobús urbano deben llevar el billete y, en el caso de que vayan con menores de 4 años, el libro de familia; tienen que subir y bajar del vehículo en las paradas autorizadas y una vez que se haya detenido; respetarán al conductor; no fumarán, escupirán ni arrojarán papeles en el vehículo, ni deteriorarán los asientos y otros lugares del convoy. Además, no se podrá pagar con billetes mayores de 20 euros, según se establece en el artículo 25 del Reglamento del Transporte Colectivo Urbano de Viajeros en Autobús en la Ciudad de Cáceres.

La comisión de Desarrollo Local dio ayer luz verde (por unanimidad) al borrador, tras incorporarle modificaciones planteadas por 7 colectivos y 2 vecinos. (El texto se remitió a las 236 asociaciones y 22 personas incluidas en el registro ciudadano). Pretende regular la relación entre la empresa, los usuarios y el ayuntamiento en 28 artículos distribuidos en siete títulos. "Algunas propuestas no se han contemplado porque se referían a cuestiones como la creación de líneas, que se basan en estudios técnicos", apuntó el presidente de la comisión, Miguel López.

"Los coches y sillas de niños serán admitidas en todos los autobuses, siempre que la criatura vaya debidamente sujeta", regula el artículo 17, que fija además un límite de dos sillas de bebé por cada autobús y una en el caso del microbús. Igual es el caso de sillas de personas de movilidad reducida, aunque estos tienen prioridad sobre las de bebé, según establece otro artículo. El texto añade que "la persona adulta que conduzca la silla (de bebé), deberá accionar el freno de la misma... situándola en posición contraria al sentido de la marcha". Una de las modificaciones que se introdujeron ayer afecta precisamente a este punto, y regula de quién es la responsabilidad en caso de accidentes. "...será del portador de la silla, exceptuando aquellos casos en los que se se hayan incumplido las normas de seguridad establecidas", contempla ahora.

Ayer se modificaron otros tres artículos. El 7, en su redacción original exceptuaba del pago a los niños menores de 4 años "siempre que no ocupen asiento". La nueva redacción contempla que sí podrán ocupar asiento, aunque no paguen. También se han cambiado cuestiones formales de los artículos 22 (sobre las hojas de reclamaciones) y 25, en el que se extiende la obligación de guardar respeto al conductor, "al resto de los usuarios".

El texto contempla también las obligaciones, facultades y prohibiciones para los conductores del bus. Entre las primeras, "efectuar la arrancada y parada sin brusquedad", y "detener el vehículo lo más cerca posible de las aceras". En cuanto a las facultades, el conductor puede "obligar a descender a los usuarios que desobedezcan sus instrucciones"; y queda prohibido admitir a más viajeros de los que se autorizan al vehículo.

El texto contempla sanciones de 30 a 600 euros para los usuarios --las infracciones de la empresa se contemplan en el contrato con el ayuntamiento-- y dos tipos de infracciones. Las leves (incumplir lo establecido en el reglamento) acarrean multas de 30 a 300 euros; y las graves (poner en peligro a los demás viajeros, dañar vehículos, marquesinas o mobiliario o manipular dispositivos de emergencia), sanciones de 301 a 600 euros.

Antes de que entre el vigor, el texto se aprobará en el pleno municipal y deberá someterse a un periodo de exposición pública de un mes (una vez que se publique en el BOP), tras el que, si no se presentan alegaciones, comenzará a aplicarse.