Detrás de la puerta de uno de los despachos para asociaciones del Extremadura Hotel se esconde un rincón para los estudiosos y amantes del arte más grande. La Peña Amigos del Flamenco de Extremadura ha estrenado nueva sede, convertida ya un moderno centro de documentación que se puede visitar previa petición.

Una impresionante colección de 25 guitarras, laúdes, cítaras y vihuelas de distintas épocas, 45.000 registros sonoros en una fonoteca desde 1800, biblioteca, arte, fotografía o cartelería convierten la sala en un santuario flamenco, un auténtico lugar de peregrinación que ha ganado en espacio tras haber estado ubicado primero en la planta baja del establecimiento hotelero de la avenida Ruta de la Plata. En sus inicios, la peña tuvo como referencia el bar Las Mil y Una noches de Hernán Cortés.

Entusiasmado con la nueva ubicación, Federico Vázquez, presidente del colectivo flamenco, deja claro que el espacio solo permite albergar el 10% de todo su patrimonio. Impresionan los carteles de una de las principales actividades de la peña, la exaltación poético-musical de la saeta, que coincide con la Semana Santa y cumple 20 años, y del Festival Flamenco de Cáceres, con 32 ediciones. Tampoco faltan las imágenes antiguas y modernas de bailaoras y cantaores, cante y baile en obras pictóricas, y carteles del concurso internacional del Cante de las Minas en La Unión (Murcia).

La biblioteca está formada por 800 volúmenes entre los que se incluyen colecciones de revistas completas y libros de finales del XIX y el XX. Pero, sin duda alguna, la joya de la corona es un ejemplar del Romancero Gitano , de García Lorca, adquirido por la asociación y que data de 1943, una edición francesa realizada en París en plena dominación nazi. "Su importancia radica en que solo se hicieron 200 ejemplares, de los que 25 fueron para el autor y el resto no sabemos dónde están" , explica Federico Vázquez.

El hallazgo se produjo en un anticuario madrileño y, como detalle curioso, el libro quedó sin encuadernar y costo 3.000 euros. Del poeta granadino también puede admirarse una primera edición del Poema del Cante Jondo , obra publicada en el año 1931. La colección de la peña dedica también un apartado especial a lo escrito sobre cante, toque y baile, con atención a la guitarra como aglutinador del flamenco.

Un lugar de consulta

El objetivo del centro es convertirse en un referente para los estudiosos de este arte en todas sus vertientes. "Se nos va empezando a conocer", afirma el presidente, que destaca el interés de aficionados que buscan aprender un cante concreto. En estos casos, se les facilita una copia en cederrón pero nunca colecciones completas.

Sin embargo, el proyecto más ambicioso de abrir un museo con todo el patrimonio de la peña es aún una quimera. Federico Vázquez pone un ejemplo gráfico: podrían llenar con todo lo que tienen el centro de exposiciones de la plaza de San Jorge. "Necesitaríamos un palacete como el chalet de los Málaga", bromea.

En este sentido, Vázquez matiza que la sede en el Extremadura Hotel es "ideal" para documentación, "aunque para mostrar lo que hay necesitamos un gran espacio", sin que haya ninguna idea concreta.

En cuanto a las actividades para este curso, continuarán las noches flamencas y los espectáculos poético-musicales. La programación se completa con la fase selectiva para el certamen del Cante de las Minas y el Festival Flamenco de Cáceres. "El flamenco en Cáceres está estupendo", dice Vázquez. El templo de Amigos del Flamenco es un buen ejemplo.