Llega con la «voluntad de hacer todo lo posible para que los ciudadanos de la provincia de Cáceres puedan vivir un poquito mejor, para que haya menos burocracia en su relación con el Estado y mejorar sus infraestructuras». En esta línea, prestará una atención prioritaria a los ayuntamientos y tratará de dar «un impulso importante a la administración electrónica». Así lo anunció ayer el nuevo subdelegado del Gobierno en Cáceres, José Carlos Bote Saavedra, tras jurar su cargo. Destacó especialmente su propósito de que la ciudad y la provincia se mantengan como las «más seguras» del territorio nacional.

«Vengo con una ilusión tremenda a este reto apasionante», dijo, recordando su condición de funcionario «con gran vocación de servicio público». Se mostró decidido a hacer de altavoz ante el Estado a fin de «solucionar en lo posible los problemas de los cacereños». En este sentido, precisó, «uno de mis primeros objetivos será ponerme a disposición de todas las instituciones y ciudadanos de la provincia, haciendo especial hincapié en los ayuntamientos por ser la administración más cercana, que tiene que ofrecer una respuesta inmediata a las personas». Bote no ocultó su vocación municipalista, ya que hasta ahora ha ejercido como secretario-interventor en el servicio de asesoramiento y asistencia a municipios de la Diputación. «En ello pasaré gran parte de mi trabajo, porque considero que los ayuntamientos siguen siendo los hermanos menores de la administración, y pretendo que tengan un interlocutor válido en cualquier ministerio para que su día a día sea un poquito más fácil de llevar», explicó.

Asimismo, manifestó su disposición con los cuerpos policiales y la Guardia Civil «para que podamos seguir diciendo que la ciudad de Cáceres y la provincia son las más seguras de España». De hecho, Extremadura se sitúa por quinto año como la comunidad autónoma con menos delitos.

El salón de actos de la Subdelegación del Gobierno se quedó ayer literalmente pequeño para la toma de posesión. Acudieron todos los representantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y numeroso alcaldes de los municipios cacereños (Acebo, Cabañas, Collado, Villamiel, Madroñera, Valdemorales, Alcollarín, Coria, Botija, Torrequemada…) para arropar a Juan Carlos Bote, acompañado en la tribuna por la Delegada del Gobierno en Extremadura, Cristina Herrera, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, Julio Márquez de Prado, el vicepresidente segundo de la Asamblea, Fernando Manzano, y la alcaldesa de Cáceres, Elena Nevado.

Durante su discurso, Bote también se comprometió a dar un empuje «a la administración electrónica, sin papel, porque ganaremos en eficiencia, rapidez, y mejoraremos el servicio al ciudadano». En esta línea, indicó que la Subdelegación del Gobierno cumplirá “«los principios de transparencia y optimización de los recursos». Además, pretende que sea una institución cercana: «Deseo que los ciudadanos sientan esta casa como suya, accesible y transparente».

AGRADECIMIENTO A SAYAGUÉS / Bote sucede en el cargo a Jerónima Sayagués, que fue cesada a finales de enero con cierta polémica por si su marcha era obligada o compartida con su formación (PP). Incluso los trabajadores de la Subdelegación recogieron firmas en su apoyo. La Delegada del Gobierno se refirió ayer durante el acto a Sayagués y agradeció su «trabajo y lealtad». La calificó como «una excelente subdelegada del Gobierno, comprometida desde el primero al último momento y con una gran disposición para servir a todos, tanto en lo profesional como en lo personal». Pero Herrera también dejó claro que los políticos «siempre» deben tener la «maleta hecha» porque saben cuando llegan pero no cuando se van. Bote hizo una alusión similar al hablar de su vuelta a la Diputación en cuanto finalice como subdelegado: «Es algo a lo que tenemos que estar acostumbrados los que decidimos un día ocupar un cargo de confianza».