Vecinos de La Esperanza han vuelto a mostrar su malestar por los disparos de balines que sufren en sus viviendas. El último episodio se ha producido en un piso del bloque 6 de la calle Germán Sellers de Paz. Su propietaria indicó que cuando volvió de trabajar vio dos boquetes en una ventana. "Es como si hubieran tirado a los pájaros", aseguró. La afectada añadió que a ella "no le había pasado nunca algo así", pero recordó que hace cosa de un mes ocurrió lo mismo en otra casa de este edificio.

El vecindario ha solicitado a las autoridades que adopten las medidas necesarias para que se garantice la seguridad real en Aldea Moret. "A ver si el alcalde se da cuenta", sentenciaron.

La presidenta de la Asociación de Vecinos de Santa Bárbara, Guadalupe Iglesias, (otra de las zonas que conforman el distrito de Aldea Moret), calificó de "lamentables" estos hechos y pidió "soluciones". Aunque el pasado 2 de mayo el jefe superior de policía de Extremadura, Eusebio Escribano, mantuvo un encuentro con el subdelegado del Gobierno, Fernando Solís, y el concejal de Seguridad Ciudadana, Santos Parra, para poner en marcha un operativo especial, lo cierto es que la medida no acaba de aplicarse y la oficina conjunta aún no se ha abierto. "Daremos un plazo prudencial, pero si no insistiremos", reiteró Iglesias.

La dirigente vecinal, hilando con este asunto, se refirió a las amenazas que sufren los taxistas --"se han negado a venir al barrio"-- y a agresiones que han padecido conductores de autobús. En este sentido, aprovechó para pedir al ayuntamiento que dote de más autobuses y, si no es posible, que incorpore los buses de doble capacidad, como los del campus.