El tratamiento de las drogodependencias se ha incrementado considerablemente en la ciudad. Sólo en los últimos 10 años, la cifra de nuevos casos tratados en el Centro de Drogodependencias de Extremadura (Cedex) en Cáceres casi se ha duplicado, pasando de los 132 tratamientos iniciados en 1992, a 213 nuevos casos en el pasado año.

Para Miguel Casado, director del Cedex cacereño, este incremento se debe, sobre todo, al hecho de que son mejores los tratamientos y más los campos que abordan. "Uno de los índices de éxito de un tratamiento es la retención, que el paciente no abandone el tratamiento, y en esto hemos experimentado un cambio positivo porque somos capaces de retener a los pacientes en tratamiento durante más tiempo, lo que hace que tengamos más pacientes y, como tenemos más sustancias en la cartera de servicio, hemos aumentado también el número de primeros tratamientos".

UN CAMPO MUY AMPLIO

En el centro se tratan todos los trastornos por dependencias a sustancias químicas, desde la heroína al tabaco, y la evolución de los casos tratados en los últimos 10 años refleja, entre otras realidades, que la heroína ha dejado paso a la cocaína o que los casos por alcohol, aunque disminuyen, son los que más se mantienen.

Según los datos facilitados por el Cedex, en 1992 se iniciaron en el centro 128 tratamientos de consumidores de heroína, y estos se han ido reduciendo progresivamente hasta contabilizarse, el año pasado, tan sólo 37 nuevos casos. Por el contrario, en el caso de la cocaína, mientras en 1992 sólo se iniciaron cuatro tratamientos, el año pasado se comenzaron 22, un claro incremento.

Con respecto al alcohol, las cifras se mantienen en torno a los 130 nuevos tratamientos por año; y en lo que se refiere a otras adicciones, como a las drogas de síntesis, el cannabis, el benzod o la metadona, el número de tratamientos no supera, en cada una de ellas, los cinco o seis por año.

Cuando el centro empezó a funcionar, hace ya 15 años, siendo el tercero de estas características que se creó en Extremadura, se dirigía básicamente al fenómeno de la dependencia a la heroína. Hoy, señaló Miguel Casado, en el centro se tratan todos los trastornos existentes por dependencias a sustancias químicas.

Así, el centro ha ido asumiendo drogodependencias distintas y ha sabido dar respuesta a problemas de drogodependencias marginalizantes, drogodependencia de heroína o de cocaína, y también a dependencias más socialmente integradas, como la dependencia de alcohol o de tabaco.

Cambian las adicciones y también el tipo de personas, tanto porque ha cambiado el tipo de droga, como porque las características de los consumidores también están cambiando.

Así, por ejemplo, el perfil del dependiente de alcohol es distinto en esta década que en la anterior. "Antes nos llegaban personas de mediana edad y ahora nos llegan más jóvenes, cambiado también el patrón de consumo, que ha pasado de ser diario a ser de fin de semana". Y se da el caso contrario en la heroína, "pues gracias a los tratamientos, ahora los dependientes de heroína son más mayores y tienen mayor estabilidad".