Las obras del ensanche del eje urbano Mira al Río-San Roque se realizarán en dos fases. La primera desde la plaza de San Francisco hasta su conexión con el vial que une la calle San Roque con la prolongación de Caleros. La segunda partirá de este punto hasta Fuente Concejo. La limitación de la circulación de vehículos será total cuando se derriben las casas y arandeles, y se intentará que con el resto de los trabajos se mantenga un carril abierto a la circulación.

Los ediles de Obras, Tráfico y Fondos Estratégicos se reunieron ayer con técnicos de estos servicios para fijar el desarrollo de unas obras que probablemente serán las más problemáticas que se acometan en la ciudad en los últimos años. La planificación que se acordó parte del principio de que hay que garantizar el acceso a los residentes y desviar el resto del tráfico desde Colón y la ronda de San Francisco en dirección a los viales del Rodeo.

"Está todo listo para que las obras puedan empezar la próxima semana", aseguró Francisco Javier Castellano, concejal de Fondos Estratégicos, tras la reunión celebrada ayer, "aunque la climatología --matizó el edil-- podría retrasar el comienzo". Otra circunstancia que incidirá en la fecha de inicio es que antes de cortar Mira al Río se esperará a que se pueda circular por la calle general Ezponda para no dejar la plaza Mayor, que es la entrada principal para los residentes del recinto intramuros, con un único acceso, el de la calle Sande, ya que la entrada por la calle Gallegos está afectada por la obra en Mira al Río-San Roque. Castellano confió en que Ezponda pueda abrirse "en unos días".

El edil subrayó que durante la ejecución de las obras se garantizará el acceso a las cocheras y garajes situados en las calles afectadas por los trabajos, y recordó que aunque el plazo de ejecución de las obras es de ocho meses "se intentará acortar".