La concatedral y plaza de Santa María acogerán hoy una de las jornadas más destacadas del novenario a la patrona, justo el año en que se desarrollan actividades especiales coincidiendo con la conmemoración del centenario de la declaración del patronazgo canónico de la Montaña sobre la ciudad. Una ofrenda floral en la fachada de la concatedral y la tradicional presentación de los niños nacidos durante el año a la Virgen centrarán un día en el que el templo concatedralicio abrirá a las ocho de la mañana y se cerrará a medianoche.

Para la ocasión, la patrona portará rosas y claveles amarillos, lucirá la corona que le regaló la ciudad en 1924 coincidiendo con su coronación canónica y vestirá un manto de terciopelo color marfil, que el paso del tiempo ha convertido prácticamente en amarillo. Está bordado con sedas de colores e hilos de oro. El delantal lleva el emblema de la Virgen María en gran realce, con corona real sobre fondo de terciopelo. Fue un regalo de María Josefa Arce y lo bordaron sus hijas Josefa y Dolores Carvajal. Como es tradición, la camarera Pilar Murillo se encargará de vestir a la Virgen y la camarera de ornato, Pepi Bravo Perera, colocará las flores.

LA OFRENDA Desde las diez de la mañana los cacereños podrán acudir a la fachada de Santa María, la que está situada frente al Palacio Episcopal, donde se confeccionará una réplica del escudo de Cáceres sobre el que se podrá leer la leyenda de Ave María . Los interesados, según confirmó ayer el vicemayordomo de la cofradía, Javier Acedo Reifarth, tendrán que llevar claveles rojos, blancos y amarillos. Para la ofrenda se ha invitado a representantes de las asociaciones de vecinos de la ciudad, de las casas regionales y de los colegios cacereños.

El escudo --ayer mismo fue colocado su armazón-- permanecerá instalado en Santa María hasta el domingo, 7 de mayo, día en que la patrona regresará a su santuario. La predicación de hoy será a las ocho de la tarde.