Padres de la Asociación de Familiares de Personas con Trastorno del Espectro Autista (Aftea) colaboran en la obra del nuevo local para agilizar los trabajos. La ejecución, que comenzó en julio pasado, se encuentra parada desde octubre por falta de fondos, sin embargo Francisco Madruga, Francisco Félix Pérez, Luis Barra e Iñaki e Ignacio Abreu, ayudados de otros padres, se encargan de seguir con los trabajos en sus ratos libres.

"Vamos poniendo lo que podemos, uno pone las rozas, otro ayuda a sacar y meter materiales, cada uno colabora como puede", explica Francisco Madruga, que acude muchas tardes al nuevo local de la calle Cayetano Polo Polito, en Mejostilla. Asegura que necesitan que se abra cuanto antes para que sus hijos puedan acceder a las terapias necesarias que no se pueden ofrecer en el centro ubicado en Nuevo Cáceres.

LA HISTORIA Es el caso del hijo de Francisco Madruga, que tiene 18 años. Estudia un módulo de Carpintería y acude desde hace años a las terapias de Aftea, pero ahora necesita otras que le ayuden a desarrollar sus destrezas físicas. "Las terapias le han reportado muchos beneficios, son lo que le ha ayudado a defenderse un poco, necesitamos que siga con ellas", explica Madruga. Reconoce que, cuando su hijo fue diagnosticado "se me vino el mundo encima", pero su mujer y él nunca se rindieron.

El colectivo, que celebrará hoy el día mundial del autismo (a las 18.00 horas con la lectura de un manifiesto y suelta de globos en el Imas), ha abierto una cuenta en Caja Extremadura para recaudar fondos y lograr reanudar las obras del local de Mejostilla. Actualmente ofrecen 96 tratamientos a 86 niños diferentes. Con la construcción de la nueva sede pretenden llegar a los 250 niños atendidos.