El matrimonio que en agosto del 2004 se llevó por la fuerza a sus tres hijos del centro de menores Julián Murillo, donde se encontraban tutelados por la Junta de Extremadura, sigue sin poder verlos.

Julio Prieto y su mujer, Sonia Batuecas, fueron juzgados el pasado 17 de mayo por un delito de sustracción de menores, del que se les declaró culpables y por el que se les impuso la pena de inhabilitación especial para el ejercicio de la patria potestad por 4 años. Pero al mismo tiempo, el juez consideró que no procedía la medida de prohibición de aproximarse y comunicar con sus hijos en 5 años que había solicitado la acusación particular, ejercida por la Junta, y ordenó que esta medida quedara sin efecto.

Para Julio y Sonia ésto era muy importante, "pues significa que después de dos años podremos volver a ver a nuestros hijos", señalaban tras conocer la sentencia. "Pero han pasado casi 20 días y aún no ha podido ser, pues al parecer la Junta ha recurrido", indicó ayer a EL PERIODICO el padre tras hablar, en Cáceres, con su abogado, el juez y el director del centro de menores.

Así es, la Junta de Extremadura ha recurrido la sentencia del Juzgado de lo Penal que, según ha podido saber este diario, aún no ha resuelto sobre su admisión y tramitación. De admitir el juez el recurso, éste se enviará a la Audiencia, que será la que resuelva si lo estima o confirma la sentencia del Juzgado.