El panadero que repartía el pan a diario por las calles Amargura, plazuela del Socorro, Obras Pías de Roco, de la Gloria y algunas otras se niega a seguir realizando el reparto, según manifestaron varios vecinos a EL PERIODICO. El motivo es que a causa del cerramiento al tráfico de la parte antigua a partir de las 12 de la mañana con pivotes ya le ha tocado pagar alguna multa mientras hacía el reparto.

Sus clientes afirman que hace más de una semana que no pasa por allí. El problema, según cuentan los vecinos, es que muchas de las personas que residen en estas calles son mayores, con lo que la decisión del panadero les ha causado "un gran trastorno".

Los afectados reclaman al ayuntamiento "comprensión y flexibilidad" para que el panadero --igual que los empleados que reparten la compra del supermercado o los que llevan la bombona del butano-- pueda acceder a la zona sin dificultades. "Estábamos muy contentos con la peatonalización, porque la parte antigua está más bonita sin coches, pero al final los más perjudicados vamos a ser nosotros", lamentaba ayer una vecina.

Los residentes de la zona creen que, como ya poseen otros trabajadores del casco viejo, el panadero debería tener "una tarjeta de acceso" que le permitiese hacer su reparto sin dificultades.

El presidente de la Asociación de Vecinos de Ciudad Monumental, Luis García Marín, invitó a los vecinos a compartir estas cuestiones en la asamblea general que celebrarán el 16 de diciembre a las 20.30 horas en el colegio Francisco de Sande, para poder trasladar estas demandas al ayuntamiento, "porque si algo no se conoce, no se puede solucionar".