La Unión de Cofradías Penitenciales y el ayuntamiento han decidido emprender los trámites para conseguir que la Semana Santa cacereña sea declarada de Interés Turístico Internacional, un título que solo tienen de momento 29 celebraciones en toda España, la mayoría también relacionadas con la Pasión. Tras el acuerdo alcanzado por los representantes de las hermandades con la alcaldesa, Carmen Heras, para poner en marcha el proceso, el primer paso consistirá en una reunión entre cofrades y técnicos para estudiar el decreto que regula esta declaración, los pasos que requiere la tramitación del expediente y la programación de las acciones necesarias para poder conseguirlo.

La petición debe ser realizada por el ayuntamiento a la Secretaría de Estado de Turismo. A partir de ahí se precisa una colaboración mutua. "La primera parte del expediente la tenemos muy fácil, porque aspectos como el marco de las procesiones o su historia ya se justificaron al lograr el Interés Turístico Nacional. Ahora lo importante, pero también lo difícil, es comenzar su difusión internacional mediante publicaciones, presentaciones en otros países, ferias de turismo... Nos lo exigirán en el proceso", explicó ayer el presidente de la unión cofrade, Juan Narciso García-Plata. Y es precisamente en estos cometidos donde las hermandades tendrán que ir de la mano del ayuntamiento.

De hecho, una de las fórmulas que se baraja es la canalización de dichas actuaciones a través del proyecto Intramuros del Consorcio 2016. "Por un lado se impulsaría el expediente y por otro la capitalidad, al dar a conocer la Semana Santa", indicó García Plata. En cualquier caso, el título internacional no reportaría beneficios a las cofradías. "Somos instituciones religiosas y nos quedaríamos exactamente igual --aclaró--, porque nuestro sentido es otro. Sin embargo, entendemos que desde el punto de vista cultural y social se trata de un reto ambicioso, ya que la declaración de Interés Nacional atrae más turismo y llena los hoteles".

De momento cuentan con esta distinción la Pasión de Cartagena, Lorca, León, Málaga, Sevilla, Zamora, Salamanca, Valladolid, Hellín y una procesión de Elche. "Es un proceso lento, nos gustaría dejarlo encauzado en cuatro años", precisó García-Plata.