Gloria no puede más. Lleva 18 años viviendo en un piso social del bloque A de la calle Ródano y reconoce haber llegado al límite de su resistencia. En su bloque, sólo su vivienda y cinco más de las 45 que tiene el edificio están ocupadas legalmente por sus adjudicatarios, según denuncia. Las otras 39 están ocupadas ilegalmente, bien porque estaban vacías y simplemente se han instalado en ellas o bien porque sus adjudicatarios se las han vendido a terceras personas.

Esta situación ha desembocado en un caos administrativo y de convivencia vecinal que lleva años en el candelero, pero que sigue sin solución. "Nadie se hace responsable y es un calvario vivir aquí", declara esta mujer que por miedo a represalias pide permanecer en el anonimato y aparece aquí con un nombre ficticio.

Gloria está harta de llamar a la policía para comunicar que están forzando una puerta para entrar en una casa vacía, de que la policía no aparezca, de la suciedad, de que no pueda sacar a su perro a partir de las ocho de la tarde por miedo, que sus hijos apenas puedan salir a la calle, de la desidia y los escándalos de esos vecinos ilegales , de los yonquis que acuden al bloque a comprar su dosis, de que en el ayuntamiento desoigan sus continuas quejas, de que le den largas allá donde va, de que no le permuten su piso por otro en una zona "donde se pueda vivir en paz", de que "nadie haga nada .

Su queja no es nueva, de hecho son tan habituales desde hace una década que todos parecen haberse acostumbrado a ellas, las autoridades, la policía, las asociaciones... El problema de las 767 viviendas es ya un quiste del barrio difícil de extirpar.

Cuatro años lleva el ayuntamiento y la Junta intentando regularizar la situación de la titularidad de las viviendas. El proceso sigue en manos de los departamentos jurídicos y los informes se acumulan en las carpetas de los despachos. "Estamos interviniendo y se están haciendo informes, pero es un tema muy problemático y de difícil solución legal", reconoce la concejala de Asuntos Sociales, Basilia Pizarro. Confía en que "habrá una solución a corto plazo, pero no puede hacerse de un día para otro como quieren algunos porque son los jueces quienes tienen que resolverlo".

Para Gloria, "la administración no está haciendo nada de nada". Asegura que algunos ocupantes del bloque proceden de viviendas de la calle Juan García García. "Desocupan aquellas casas para venirse aquí; el último lo hizo no hace más de 15 días", denuncia. Ha pedido varias veces que tapien los pisos para que no los ocupen, pero "no me hacen caso y esto es un verdadero caos".