Atraer a más vecinos, que tengan menos obstáculos para rehabilitar y, en definitiva, lograr un mayor dinamismo en el casco antiguo. Estos son los principales objetivos del gobierno municipal para el nuevo Plan Especial de Cáceres, normativa municipal que regula las intervenciones en el casco histórico desde 1990, que comenzará a revisarse en los próximos meses.

El documento actual, que la alcaldesa, Carmen Heras, consideró ayer "obsoleto" en la presentación de unas jornadas técnicas que se celebrarán el próximo día 9, tendrá que ser revisado por un equipo redactor. Este plan ha servido para dirimir en su comisión de seguimiento intervenciones tan polémicas como la del hotel de Atrio en San Mateo. El objetivo del próximo, apuntó Heras, "será actualizarlo a las necesidades actuales sin que se pierda el rigor".

Estas afirmaciones se traducen, precisó la alcaldesa, en atraer a nuevos residentes al casco antiguo, utilizando fórmulas para que las rehabilitaciones de viviendas "sean más flexibles". Aunque el plan está centrado en regular actuaciones urbanísticas, Heras avanzó que en una segunda fase se podría contemplar también la restricción del tráfico rodado en algunas calles.

Coincidiendo con este planteamiento, el catedrático Antonio Campesino, director de las jornadas que organiza el 2016 y asesor urbanístico de Intramuros, añadió que el plan debió de revisarse hace diez años, pero indicó que se ha preferido ir modificándolo, "unas veces a capricho de las corporaciones y otras de proyectos". También se mostró partidario de reelaborarlo porque no cumple la normativa legal e hizo hincapié en los cambios que ha introducido la Unesco en esta materia, sin que tampoco se contemplen en el plan actual.