El jardín está formado por especies propias de la selva húmeda de Centroamérica, Sudamérica y Africa. Una fina lluvia baña regularmente las plantas mediante aspersores y mantiene una humedad constante del 90%. La temperatura de la nave es suave todo el año y nunca baja de 2 grados. Todo ello permite la supervivencia en Cáceres de plantas tropicales y subtropicales, según detalla el jefe del parques, Miguel Durán, como palmáceas curiosas, algunas esterlíceas, una interesante colección de plantas epíficas que crecen sobre soportes inertes (piedras, corcho...), helechos, mosteras, bananas, papiros, begonias o enormes colios.