Cáceres será «la única ciudad española» que «separará» a enfermos médicos y enfermos quirúrgico». Los primeros, en el Hospital San Pedro de Alcántara; los segundos, en el nuevo hospital del Cuartillo. Entre ellos, 4 kilómetros por una carretera de un carril por sentido, «sin que de momento se conozca» el tiempo que durará la situación. Éstas son las principales razones por las que se constituyó hace dos meses el nuevo Movimiento Vecinal por la Segunda Fase del Hospital, que en poco tiempo ha abierto varios frentes para exigir garantías de que Cáceres tendrá un centro completo y un modelo asistencial normal. «No queremos ser una excepción, sabemos que dos medios hospitales no forman uno. Según la normativa sanitaria, los pacientes deben recibir una asistencia especializada e integral».

Así lo afirma Eduardo Corchero, médico y director gerente durante años del Hospital Infanta Cristina de Badajoz, y miembro de la plataforma Cáceres se Mueve, uno de los grupos que integran el nuevo colectivo, junto con la Agrupación de Asociaciones de Vecinos y la Federación Vecinal. Ya les respaldan otras entidades como el Colegio de Médicos, Comisiones Obreras, Asociación de Diabéticos, Asociación de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios, Asociación Oncológica de Extremadura... Aseguran que nacen «de la impotencia y la desesperación» por el retraso del nuevo hospital, pese a que debe coger el testigo del San Pedro de Alcántara, del que dependen más de 400.000 habitantes, y es referencia provincial y regional en algunas especialidades.

«Hace 19 años que se anunció su construcción y 12 que se iniciaron las obras, demasiado tiempo para tener un hospital a medias cuyas instalaciones deben dar una atención completa, especializada y focalizada en el paciente. Es una aberración asistencial dividir a los enfermos. Pero es que, con las vueltas que ha dado el hospital, albergaremos dudas de que haya segunda fase hasta que la veamos realmente iniciarse», matiza Corchero.

ACCIONES / Por ello, este nuevo movimiento vecinal, como ellos prefieren denominarse, actúa con rapidez en favor de su objetivo: «un hospital para Cáceres integral, sin más demoras», explica José Alberto Iglesias, presidente de la Agrupación de Vecinos. Ya se han dirigido a todos los grupos políticos con representación en la Asamblea de Extremadura (PSOE, PP, Ciudadanos y Podemos), solicitándoles que mediante una enmienda incluyan «el montante económico técnicamente suficiente y con carácter vinculante» para que el hospital esté listo en los dos próximos ejercicios presupuestarios (2018/2019). «De momento no hemos tenido respuesta», explica Pedro del Carpio, vocal de la agrupación vecinal. Pero lo que sí han conseguido es que todos los grupos políticos del ayuntamiento respalden una moción para pedir a la Junta que apruebe el plan funcional del nuevo hospital, que se haga la consignación presupuestaria para la segunda fase y que la obra esté lista en 2019, sin que pase más de un año desde la apertura de la primera fase (prevista para el próximo noviembre) hasta la segunda. También se han reunido con la alcaldesa. Eso sí, echan de menos que esos mismos políticos cacereños hagan «fuerza» en Mérida.

Además, han logrado que la Defensora de los Usuarios del Sistema Sanitario Público de Extremadura admita a trámite su solicitud, en la que le piden que medie ante los organismos responsables para corregir el «tremendo error» de abrir un hospital por etapas. En su escrito, el colectivo explica que se trata de «un proyecto disparatado, insólito, con separación de pacientes médicos y quirúrgicos, con un importante aumento del gasto sanitario, graves trastornos asistenciales, duplicidades innecesarias, y traslados de pacientes, familiares y trabajadores, reconocidos por la propia gerencia y directivos». La Defensora de los Usuarios ya ha convocado reuniones con la Administración.

En definitiva, el movimiento pide que, al abrirse la primera fase, ya existan garantías de que comienza a trabajarse en la segunda. Teme que las obras concluyan este año precisamente porque debe cumplirse el plazo del dinero concedido por la UE, y que después se abra otra larga fase de obras. «Que no nos engañen diciéndonos que en otras ciudades existen modelos parecidos, porque en Cáceres no habrá dos hospitales, sino uno dividido», apostilla Eduardo Corchero.

El nuevo colectivo no disculpa a ningún partido porque los dos mayoritarios (PP y PSOE) han estado al frente de la gestión del nuevo hospital sin que a día de hoy esté abierto. «En 1999, la Junta prometió un hospital para Cáceres y dijo que lo haría en 2004, incluso se aprobó un crédito extraordinario de 120 millones de euros, la mayoría (80-100) destinados a este proyecto, pero no se supo más», lamenta el facultativo. Desde el principio se mantuvo la idea de abrir un hospital por fases, «pese a la oposición que siempre ha existido por parte de la ciudadanía y a la reticencia de los profesionales médicos», subraya.

En el año 2006 se puso la primera piedra con la intención de abrirlo en 2009. La primera fase se había adjudicado por 46,3 millones y debía finalizar en 2010, pero no lo hizo en 2011, ni en 2012... Ya en 2013 se rescindió el contrato a la empresa que estaba ejecutando las obras porque pedía más prórrogas de tiempo y nuevas remodelaciones del proyecto. La situación entró en vía judicial. Finalmente, el pasado verano, el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura confirmó el fallo que exculpaba a las empresas del retraso (una UTE formada por Joca, Placonsa y FCC), obligando a la Junta a indemnizarlas con 2,4 millones.

En 2015 volvió a aparecer una partida presupuestaria de 15 millones para la finalización de la primera fase. La actividad no se retomó hasta el 2016, tras la adjudicación del 10% de la obra que faltaba a San José-Magenta (13,2 millones), un proceso que de nuevo necesitó dos adjudicaciones por problemas con la primera empresa seleccionada.

En 2016 se contemplaron partidas para tres anualidades (14’7, 17 y 18 millones), que hicieron pensar que el hospital podría abrir por completo en los siguientes años. «Pero en 2017 los presupuestos volvieron a recoger expresamente la apertura por fases con 14,7 millones (no se habían ejecutado), más 10 millones para el equipamiento de la primera fase, además de 500.000 € para actualizar el plan funcional de la segunda, que tampoco se ha hecho», detalla Eduardo Corchero. Ya en 2018 se contemplan 18,7 millones para ultimar la primera fase (entre ellos los 10,2 millones del 2017 que no se invirtieron) y «solo» 1,2 millones para la segunda. «En la proyección para 2019 se contemplan otros 10,2 millones para la primera fase, que no nos encajan en absoluto, puesto que se supone que estará acabada, sin que se explicite nada de la segunda», matiza. «Hemos visto en estos años un baile de cifras en los presupuestos, ya no hay quien lo entienda», afirma Pedro del Carpio, de la Agrupación Vecinal.

Cabe recordar que paralelamente se está construyendo el doble búnker que alojará los equipos del acelerador lineal para los tratamientos de Oncología Radioterápica, por 1,03 millones. El equipamiento ha sido donado por la Fundación Amancio Ortega (propietario de Zara).

Y aunque la segunda fase será en principio menos técnica y compleja (al estar gran parte del equipamiento médico en marcha, solo faltará un 30% de la obra), la plataforma vecinal teme que se eternice en el tiempo prolongando la existencia de dos hospitales. De hecho, la Junta de Personal del Área de Salud de Cáceres rechazó ya en 2002 y 2010 esta división, insistiendo en un hospital completo.

Al margen del presupuesto y las fases, el movimiento vecinal denuncia que tampoco dispone del plan funcional y de traslado que la Consejería de Sanidad pretende llevar a cabo en el nuevo hospital. «Hace unos meses nos reunimos con Francisco Calvo, gerente del Área de Salud de Cáceres. Nos explicó la primera fase, pero aún tenemos una reunión pendiente con el SES. No conocemos el plan funcional, salvo por información verbal», expone José Alberto Iglesias.

En efecto, dicho plan se dio a conocer de forma oral en 2007 y 2010: el nuevo hospital se abriría como quirúrgico, con 15 quirófanos, Cirugía Mayor Ambulatoria, REA, UCI y los servicios de Cirugía General, Traumatología, ORL, Urología, Cirugía Torácica, Neurocirugía y Vascular. También se abrirá el servicio de Urgencias (2.000 metros cuadrados) y Digestivo. En Total, 204 camas de hospitalización (el complejo al completo tendrá 467). También se sabe que la mayoría de los servicios del Virgen de la Montaña pasarán al nuevo (Oftalmología, Cirugía Plástica...).

INFORMACIÓN / Ese plan funcional nunca se ha facilitado por escrito. «La alcaldesa nos ha comentado en una reciente reunión que oficialmente tampoco tiene la información para planificar los servicios», afirman desde la nueva plataforma. Precisamente, los grupos municipales de PP y Ciudadanos han pedido acceder a él.

Por último, los vecinos recuerdan que el Hospital San Pedro no está en la mejor situación para continuar muchos años. La falta de mantenimiento por la apertura del nuevo hospital es evidente, «bien lo saben los enfermos y familiares», indica José Alberto Iglesias. Del mismo modo, los pacientes del nuevo complejo deberán soportar obras en su entorno. «La población tampoco sabrá a qué hospital ir según su patología, y no podemos pedir a la gente que se autodiagnostique», ironiza Eduardo Corchero.

En este sentido, recuerdan que Urgencias constituye una parte esencial de la atención hospitalaria. «El paciente ha de ser atendido con rapidez» y se necesita la «continuidad asistencial», es decir, que el nuevo centro disponga de distintas especialidades con una comunicación entre profesionales para un correcto seguimiento a los pacientes. «Hablamos de asegurar una sanidad digna para Cáceres en los próximos 30 años», concluyen.