Agentes de la policía local inspeccionaron ayer la casa okupa de la calle Adarve del Cristo, a la espera de que se resuelva el expediente de disciplina urbanística abierto por el ayuntamiento para poder tapiarla. El concejal de Seguridad Ciudadana, Carlos Jurado, explicó ayer que aún no hay fecha para proceder al cierre del inmueble, utilizado por indigentes y para tráfico de drogas, según denuncian los vecinos.

Jurado indicó que las inspecciones se realizan "rutinariamente" y tienen como fin la identificación de las personas que acuden a la casa. "Se les toma la filiación para saber quiénes son y ya está. Así tranquilizamos a los vecinos y atendemos su demanda de que se vigile hasta que podamos tapiarla", precisó el edil.

Por su parte, el concejal de Infraestructuras, Miguel López, añadió ayer que ha solicitado a los técnicos municipales que agilicen el expediente por el estado ruinoso de la vivienda para proceder a su desalojo por el peligro que supone para los que la usan. López tampoco pudo determinar cuándo se podrá tapiar, a expensas de que se resuelvan los expedientes.