Aunque el 2009 ha sido un año azotado por la crisis, la llegada de turistas a Cáceres ha seguido creciendo, con 162.535 viajeros de enero a septiembre, frente a los 157.219 del 2008. De todas las ciudades Patrimonio, sólo Santiago de Compostela y Cáceres han aguantado el envite y han aumentado sus cifras. El turismo se consolida como uno de los principales motores de la economía cacereña, máxime con el horizonte del 2016. La ciudad sabe que debe mimar sus servicios. Consciente de ello, la policía local se prepara para atender a los visitantes y ofrecer la imagen de amabilidad y cercanía que Cáceres tiene como baza en la carrera por la capitalidad.

El ayuntamiento reforzará desde este año el conocimiento de idiomas, preferentemente inglés, y el lenguaje de signos, con el fin de ayudar a los turistas y a los discapacitados auditivos. "No pretendemos que un agente se convierta en traductor, simplemente que sobreentienda las cuestiones básicas y que sepa orientar por dónde se va a un hotel, a un restaurante, a Galarza o a la parte antigua de forma sencilla y comprensible", explica el concejal de Seguridad Ciudadana, Carlos Jurado. Y es que la afluencia de visitantes foráneos va en aumento, con más de 5.000 entre enero y noviembre del pasado año según el Instituto Nacional de Estadística. Además, la capitalidad cultural convertiría a Cáceres en un escaparate con vistas a toda Europa.

El concejal se sentará con los sindicatos para adecuar la oferta formativa de este año al perfil de policía que necesita Cáceres, más social, más próximo. "Un agente no solo realiza tareas propias de intervención policial, no solo pone multas", recuerda Jurado. En este sentido, ya se ha impartido un curso de habilidades sociales para saber reconducir situaciones tensas. "Cuando las cosas se complican, el agente debe apaciguar los ánimos o dejar actuar a su compañero antes que perder la compostura", explica el edil. En definitiva, se trata de sentar las bases para hacer de la policía local "un servicio del siglo XXI, con respuestas a las nuevas demandas", en consonancia con la intención expresada por la alcaldesa de aplicar el modelo de los bobbies británicos.

INTERES EN LA PLANTILLA Los agentes, por su parte, están dispuestos a reforzar su formación. Así lo demuestra su asistencia a los cursos que se organizan cada año, normalmente llenos. "Hablamos de un plantilla de unos 160 agentes con una media de edad no superior a los 40 años, ya que entre 1999 y 2003 se convocaron alrededor de una docena de plazas anuales. Hay juventud, hay inquietud, y la preparación en general es bastante buena", explica Jesús Solano, agente y delegado del CSI-CSIF, sindicato mayoritario en la plantilla.

De hecho, muchos agentes tienen sus licenciaturas y diplomaturas, incluso son profesores de distintas disciplinas en la Academia de Seguridad Pública de Extremadura (tiro, inglés, psicología...). También conocen los idiomas por su formación exigida hasta Bachillerato para ingresar en el cuerpo, por su estancia obligada durante cinco meses en dicha academia y por los sucesivos cursos que han impartido los sindicatos para el personal del ayuntamiento en general (El CSIF ha organizado una docena de programas de inglés en tres años). Ahora se trata de ofrecer cursos más específicos aplicados a la atención policial en una ciudad turística como Cáceres.

Estas enseñanzas destinadas a la policía llegan cada año a través de cuatro vías. En primer lugar, desde el Plan de Formación del Ayuntamiento de Cáceres que se consensúa con todos los sindicatos y que se imparte a través de éstos. En segundo lugar, desde los propios sindicatos, que diseñan programas de acuerdo con las necesidades que detectan. En tercer lugar, desde la Diputación Provincial, y en cuarto, desde la Academia