La Virgen de la Montaña dejará su santuario para regresar a la ciudad el martes, pero Cáceres ya le abrió anoche sus puertas de par en par con la lectura del pregón que supone el inicio de los actos, ofrecido por la magistrada María Félix Tena, presidenta de la sección segunda de la Audiencia de Cáceres. El público llenó el Aula de Cultura de Caja Extremadura y muchas personas tuvieron que permanecer de pie.

María Félix Tena realizó su alocución "con el corazón abierto", puesto que basó su discurso en el lado más humano y sincero de la devoción mariana. Así, fue desgranando su trayectoria "indisoluble e íntimamente ligada a la Virgen": su llegada a Cáceres como universitaria con 17 años, la sorpresa que le deparó la bajada de la patrona "por esa mezcla de alegría y arrebato", sus visitas vespertinas a la concatedral para acompañar a la imagen entre examen y examen, y los momentos más especiales, al presentar ante la patrona a sus tres hijos.

La pregonera recurrió a varios pasajes bíblicos. También repasó la historia de la Virgen de la Montaña y de la veneración del pueblo cacereño, que en 1668 ya pidió su elevación como patrona de la ciudad y que finalmente lo consiguió en 1906.

La Coral Santa María de la Montaña arropó el acto con el Ave María de Tomás Luis de Victoria y de Engelhart, y otras composiciones marianas. Acompañaron a la pregonera la alcaldesa, Carmen Heras, que puso la ciudad a disposición de la patrona para los actos de los próximos días, el presidente de la diputación, Juan Andrés Tovar, el deán del Cabildo Catedral, José Antonio Fuentes, la presentadora de la magistrada, María Jesús Suárez, y el mayordomo de la cofradía, Joaquín Manuel Floriano, quien lamentó el fallecimiento del hermano mayor de carga, José María Belloso, cuya esposa recogió un ramo de flores.