La empresa Pinilla se creó en 1926 en Madrid cuando Valentín Martínez Pinilla, padre del actual presidente, inició sus actividades en el mundo de la construcción en Madrid. Ochenta años después, esta firma de hondo calado familiar con presencia en nueve sectores de actividad acaba de acometer una operación de reestructuración que ha dado lugar al primer gran holding cacereño: Pinilla Corporación Empresarial. Nace con un capital social de 33 millones de euros (5.500 millones de pesetas) y será la titular de las acciones de todas las empresas que la integran: construcción, inmobiliaria, edificación y gestión de hoteles, cinegética, explotaciones agropecuarias, yeguada, talleres (carpintería, aluminio, ferralla...) y a medio plazo, una residencia geriatría.

El grupo se constituyó formalmente ayer ante notario con la asistencia de los miembros de la familia Pinilla y del resto de consejeros delegados, en presencia de los medios de comunicación. Mediante esta nueva figura se pretende mantener todas las actividades productivas de las sociedades debidamente diversificadas, canalizando las inversiones financieras a través de la nueva entidad holding o de cartera. La centralización de los servicios comunes se ubicará en la sociedad recién creada, que se erigirá como centro de decisión a todos los niveles.

Un poco de historia

Pinilla comenzó su actividad en Extremadura en 1952 con la reforma del Palacio de Justicia. Desde entonces, y pese a sus proyectos en distintos puntos del país, hizo de Cáceres su centro de operaciones con recintos tan representativos como la Casa Sindical, Maestría Industrial (hoy alberga la Escuela de Idiomas), las Hermanitas de los Pobres, los hoteles Alcántara y Extremadura, el pabellón Multiusos, colegios y facultades, la reforma del Parador, la restauración de varios palacios o el nuevo Centro de Cirugía de Mínima Invasión. Además, ha construido miles de viviendas de distinta tipología, desde las Casas Baratas o la barriada de Pinilla en los años 50 hasta los modernos polígonos residenciales.