De los autosacramentales que se escenificaban en la plaza de Santa María en el XVI y XVII y de las representaciones en el patio y dependencias de la audiencia, entonces hospital, en el siglo XVIII se pasó al patio de comedias de la calle Peña, que fue el primer teatro estable que tuvo Cáceres y que, tras la construcción del Teatro de Variedades a finales del XIX, terminó por denominarse Teatro Principal, según se especifica en el libro Recuerdos Cacereños del Siglo XIX de Publio Hurtado.

El Teatro Principal se edificó al fracasar otros dos proyectos, uno era en la plaza Mayor, y se abrió en 1802. Fue el primer sitio en la ciudad donde se representaron óperas y zarzuelas. El edificio, que tenía dos entradas, por la calle Peña y por la plaza de las Canterías, se derribó hace sesenta años y se levantaron casas y una panadería, unas construcciones afectadas ahora por un proyecto inmobiliario.

La dueña de la panadería, La Rumalda , optó por dejar algunos de los elementos del viejo teatro cuando adquirió el solar, restos que aún se mantienen. En la panadería, que se cerró hace unos años, se puede todavía adivinar el perímetro del teatro, y queda en pie la embocadura o arco del escenario, además de la cubierta de madera a dos aguas del espacio escénico, que tiene cinco metros de profundidad.

Reutilizar las columnas

También se conserva la bóveda de la entrada, por la plaza de las Canterías, de artistas y materiales y de los camerinos. Del edificio del Teatro Principal todavía quedan varias de las columnas que sujetaban los palcos, aunque no están en su ubicación original, ya que se reutilizaron para la construcción de las dependencias de la panadería.