Los padres de alumnos del Centro de Educación Especial Proa aseguran que ya no les quedan más dosis de paciencia. Desde que hace casi dos años la Junta de Extremadura decidiera la construcción de un nuevo colegio, a día de hoy aún no conocen el proyecto, ni la ubicación definitiva, ni tampoco son recibidos por las autoridades regionales o locales, mientras las deficiencias continúan sumándose en un recinto "donde nuestros hijos siguen olvidados", afirma la asociación de padres. Por todo ello, el colectivo ha celebrado una asamblea extraordinaria y ha acordado iniciar de inmediato una serie de protestas públicas reivindicando la "urgente" necesidad de nuevas instalaciones "en un lugar accesible". "Hemos esperado demasiado a que quieran escucharos y ya nos hemos cansado", afirman en un escrito.

El problema estriba en dos aspectos. Por un lado, el paulatino deterioro del colegio actual, donde se forman 80 discapacitados, la mitad en régimen de internado. "Los mayores no pueden salir al patio cuando el tiempo no acompaña debido a su estado precario, y tampoco van al pabellón por las goteras. Esto es inmenso, crecen los pastos y matorrales por todos lados, las puertas y ventanas están en malas condiciones, hay más goteras en el interior, se nos cae a pedazos", lamenta la asociación. "Mi hija, por ejemplo, se asea después de comer en un baño que huele fatal y que da pena. Nos consta que algunos padres se han negado a ingresar a sus hijos este año tras visitar la instalación", añade un miembro de la directiva.

Por otro lado, el centro ocupa una extensa parcela propiedad de Caja Extremadura en Aldea Moret, a caballo entre las barriadas de Santa Bárbara, Santa Lucía y el poblado minero, una ubicación que los padres consideran "aislada" y "alejada". Por ello estiman conveniente una parcela más integrada en la ciudad y próxima a las estaciones de autobuses y trenes (se trata del único internado especial de la provincia), donde el transporte público no sea tan necesario. Desde hace meses ven con buenos ojos un solar que se barajó en Nuevo Cáceres "u otros que cumplan las condiciones", pero los padres creen que ahora se está negociando definitivamente a sus espaldas la construcción del nuevo colegio en la parcela actual, por las presiones de los colectivos de Aldea Moret.

"Nos consta que Caja Extremadura quiere recuperar la disponibilidad de ese terreno, y que el ayuntamiento dispone de varias parcelas docentes donde se podría ubicar el nuevo centro, pero ahora la Junta está empeñada en que el colegio permanezca en el mismo sitio", indican los padres, que hace días afirmaban sentirse "engañados y manipulados".

SIN RESPUESTA En este sentido, la asociación ha solicitado cuatro entrevistas por duplicado al presidente de la Junta, a la consejera de Educación, al director provincial de Educación y a la alcaldesa, "pero nadie nos recibe, pese a que dijeron que nos escucharían", lamentan. Los padres también insisten en que no tienen "nada" contra Aldea Moret, "pero hay que pensar en los niños, en lo más conveniente para ellos, no son moneda de cambio y les afectaría bastante tener que soportar una obra tan larga si se hace allí mismo".

Asimismo, la asociación de padres tiene previsto iniciar sus protestas presentándose en los actos públicos a los que acudan los principales responsables políticos, con carteles y pancartas reivindicativas. "Si no nos atienden, tendremos que ir nosotros", afirman. La medida está decidida, pero hay otras en estudio como la convocatoria de alguna concentración o no llevar a los niños al colegio durante uno o más días. "El problema es que son 80 alumnos con necesidades especiales, muchos internos en el centro", matiza la directiva.