De la construcción de un nuevo edificio para el centro público de educación especial Proa se viene hablando desde hace una década. Si primero la cuestión a debate fue la ubicación, se tenía que decidir si seguía en Aldea Moret o si se trasladaba a un sitio más próximo al centro, ahora el debate es si está o no aportado el terreno por parte del ayuntamiento a la Consejería de Educación para su construcción.

Esta inversión ha pasado esta semana a la misma situación en la que están el nuevo hospital o el aeródromo. Se ha instrumentalizado para ser objeto de la contienda política que mantienen la Junta y el ayuntamiento cuando no están gobernados por el mismo partido. Vale que el aeródromo se utilice con este fin, incluso lo del hospital tiene un pase; pero un centro de educación especial, no.

En 2008 parecía que la construcción de un nuevo centro era ya solo cuestión de uno o dos años y además financiado por Caja Extremadura. Ese año se estaba tramitando una modificación del plan de urbanismo que tenía por finalidad dar más usos a las cuatro hectáreas de la parcela de Aldea Moret donde está el centro de Proa, un sitio donde se planteaba la creación de nuevos espacios libres para el barrio y la construcción de viviendas, de tal manera que con los beneficios que pudiese obtener de los pisos la Caja, propietaria de la parcela, se sufragase el nuevo colegio de educación especial en un terreno próximo, en la urbanización de Sierra de San Pedro, a pocos metros del centro de interpretación de la mina de la Abundancia. Pero esta idea cayó en saco roto.

En 2011 parecía que de nuevo era posible. Entonces la Consejería de Educación aceptó la parcela de 13.316 metros cuadrados que el ayuntamiento ponía a su disposición en la urbanización de Sierra de San Pedro o Río Tinto para la construcción del nuevo colegio. Tampoco resultó.

En 2014 parecía que esa vez sí, que por fin ya iba a construirse, aunque en otro sitio, en la urbanización Maltravieso, detrás del parque de bomberos. El ayuntamiento aprobó ese año la puesta a disposición de la Consejería de Educación de tres parcelas, con una superficie total de 15.986 metros cuadrados, para la construcción de un nuevo centro de educación especial.

En 2016, cuando parecía que esta vez sí iba a ser la definitiva con la inclusión del nuevo centro en el plan de inversiones en infraestructuras educativas para el periodo 2016-2020, resulta que la cesión acordada dos años antes no era suficiente porque la Junta volvía a pedir al ayuntamiento la puesta a disposición de los terrenos y de toda la documentación necesaria para ello. Y el pleno del ayuntamiento, en un acuerdo adoptado por unanimidad hace ahora un año, ratificó la decisión de aportación de los terrenos de Maltravieso.

Han pasado doce meses y la consejería dice que aún no tiene a su disposición los terrenos, mientras que el ayuntamiento asegura que ha cumplido con todos los trámites que son de su competencia. Se cumple ya una década y no se ve el final