Los vecinos de Torreorgaz y Valdesalor se han opuesto a la instalación cerca de sus pueblos del ecoparque. Dicho así parece que los vecinos están en contra de un maravilloso lugar de recreo. Nada más lejos de la realidad. El ecoparque es en realidad una planta de basuras y nada hay más sensato que alejarla de los núcleos urbanos porque los vecinos tienen la mala costumbre de respirar y percibir olores y las porciones de ambas cosas que puede proporcionarle el ecoparque no son agradables ni deseables para nadie.

Desde hace más de un año se están buscando lugares para su ubicación y parece que no encuentran el adecuado. Cuesta trabajo creerlo porque el término municipal de Cáceres es inmenso y por muchos terrenos que tengan protección ambiental o presenten problemas de subsuelo debería ser fácil encontrar uno idóneo. Como suele suceder en estos casos las dos instituciones implicadas se tiran los trastos a la cabeza y se culpabilizan mutuamente, pero resulta inadmisible que los informes técnicos que antes desaconsejaban la instalación junto a la actual planta de reciclaje ahora sean favorables. No sería extraño que llegase el comienzo de las obras y no se puedan llevar a cabo. Ver para creer.