Por segundo año, y tras retomar una vieja tradición que se suspendió en 1963, la cofradía de los Ramos redimirá el Martes Santo a un recluso de la prisión cacereña durante la procesión del Cristo del Perdón. "Se trata de beneficios de reducción de pena que decide la Junta de Tratamiento del centro penitenciario", explica el mayordomo, José Manuel Martín Cisneros. El recluso, que no puede haber cometido delitos de sangre, esperará la llegada de la procesión en la Audiencia y allí se unirá al cortejo, simbolizando así su liberación. No se dará a conocer su nombre ni su delito, tras la polémica surgida el año pasado al tratarse de un preso por malos tratos.