La protección urbanística del casco viejo se ampliará a su entorno, "es una determinación obligatoria", aseguró ayer Antonio Campesino, geógrafo, urbanista y director de las segundas jornadas técnicas para la revisión del plan especial, la normativa que regula las actuaciones urbanísticas en 6 distritos que engloban el recinto intramuros y las zonas colindantes (Santiago, San Juan, Barrionuevo, Santa Clara y Huertas). Las jornadas reunieron ayer a arquitectos, técnicos y profesores que durante los últimos años han intervenido directamente o a través de órganos de decisión (la comisión del plan especial) en la ejecución y control de las actuaciones en el casco viejo.
El plan especial está en vigor desde 1990. Desde la anterior legislatura se está intentado su revisión, pero es ahora, una vez finalizado y en vigor el plan general de urbanismo, cuando su redacción se sacará a concurso. La alcaldesa, Carmen Heras, insistió en que "20 años son muchos" para un plan que necesita "ponerse en valor" y adecuarse "a las necesidades de los que residen y quieren vivir" en el casco viejo.
Heras participó en la inauguración de unas jornadas que se prolongaron durante la tarde. La ausencia de políticos en la sesión de tarde fue criticada por varios de los participantes, dado que serán ellos los que tendrán la última palabra en la definición de los pliegos para el concurso de la redacción de la revisión del plan.
AFRONTAR LA REVISION Las jornadas se han organizado aprovechado que en esta ocasión parece que sí se afrontará la revisión del plan especial, "ahora sí existe voluntad política", manifestó Campesino, y con la intención de que los profesionales de la ciudad puedan participar con el equipo redactor, "nos ofrecemos a colaborar", reiteró el director de las jornadas, quien anteriormente indicó que "con la participación endógena --de profesionales cacereños-- en un año" estaría la revisión del plan.
Una de las ideas repetidas por algunos de los participantes, tanto de la sesión de mañana como en la de tarde, es la necesidad de que con la revisión del plan especial del casco viejo se pueda flexibilizar la normativa. "Hay una normativa excesiva", apuntó el arquitecto y profesor de la Uex, Angel González, que abogó por una mayor "flexibilidad" en la autorización y en la tramitación de los proyectos presentados.
González aludió a otra de las propuestas más repetidas ayer: la creación de una oficina municipal formada por un equipo de profesionales de distintas disciplinas que gestione el plan y con la que se eviten situaciones como la de la casa del mayor, proyecto del ayuntamiento que se realiza en la calle Margallo sin haber pasado por la comisión del plan especial, actuación que fue objeto de debate en la última comisión de Urbanismo al solicitar la oposición información.
Más flexibilidad y una "rehabilitación social y funcional" fue también uno de los argumentos defendidos por Campesino, que comentó que uno de los defectos del plan especial en vigor es que ha sido "un fracaso en la política de rehabilitación residencial".
Los estudios que se realizaron para la elaboración del plan especial de 1990 daban a los cinco distritos más representativos del casco viejo un total 5.055 habitantes. Estos distritos son ciudad
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