La Asociación Cacereña Para la Protección y Defensa de los Animales afirmó ayer que es inviable acoger a los perros del Junquillo porque las instalaciones de la perrera municipal que gestionan están al completo y, excepto en casos muy justificados, solo atiende a animales abandonados. La vicepresidente Isabel Alcalá dejó claro que los propietarios "tienen que hacerse responsables de sus animales" y recordó que el abandono está tipificado como delito en el Código Penal. El edil de Mantenimiento, Joaquín Rumbo, afirmó que la perrera municipal tiene capacidad máxima para 50 animales y "no es un sitio para guardar perros ni un negocio".