Las ciudades Patrimonio tienen un acuerdo. Aparte de contemplar derechos sobre el espacio al que representan, sus estatutos estiman necesario dos acciones, que aglutinan el resto de respuestas de cara a las localidades. Por un lado, promocionar el espacio al que representan con proyectos culturales e históricos y por otro, y siempre anexo, proteger las zonas que reciben mayor impacto de los turistas y los visitantes.

Según el estatuto que firmaron todas las ciudades en 2008 y que se acoge a la ley orgánica 1/2002 del 22 de marzo, el colectivo comprende una serie de medidas para poner en valor el patrimonio histórico.