Es la nueva cara del órgano que aglutina a los jóvenes. Raquel Corchero tomó posesión de su cargo en marzo pasado y tiene por delante dos años para cumplir sus objetivos al frente de un consejo local formado por 33 asociaciones juveniles.

--Se ha realizado una renovación profunda del consejo...

--Se han renovado todos los miembros excepto el secretario. Salieron las convocatorias de las vocalías y cada asociación mandó a quien creyó conveniente. No ha habido ningún tema de fondo.

--¿Qué le mueve a aceptar?

--Siempre he estado interesada en el consejo local de la juventud. Mi asociación me lo propuso y quise tener iniciativa.

--¿Qué ideas pretende imprimir al consejo local?

--Seguiremos las mismas líneas de actuación de cara a la Administración, a las asociaciones y la juventud en general. Vamos a intentar mantener las buenas relaciones con el Instituto Municipal de la Juventud y colaborar con ellos. A nivel provincial, incidiremos en los proyectos y subvenciones y que la Dirección General de Juventud nos permita acceder a ayudas, así como servir de interlocutores para las asociaciones y posibilitar el acceso a las infraestructuras y servicios que tenemos.

--¿Cumple el consejo su fin de interlocutor de los jóvenes?

--Creo que sí. Las asociaciones hacen llegar sus demandas al consejo y éste las transmite.

--¿Qué falta entonces?

--Que las asociaciones que están formándose quieran pertenecer al consejo y seguir teniendo buenas relaciones entre todos los consejos y los colectivos para potenciar el asociacionismo.

--¿Se escucha al consejo local?

--Tenemos representación en la junta rectora del Instituto Municipal de la Juventud, pero no tenemos voto. Llevamos propuestas. No es primordial tenerlo.

--¿Qué opina sobre la oferta de ocio para los jóvenes?

--Faltan espacios y no hay sitios habilitados para el ocio juvenil, no sólo para el nocturno sino también el diurno. Haría falta que el ocio nocturno estuviera mejor regulado. No es normal que se cierre a las tres y luego se abra a las seis. Hay que respetar el derecho al descanso, pero también el que tienen los jóvenes a divertirse. Lo solucionaría dialogando y negociando con las administraciones competentes.

--¿Qué le parece que la movida se intente trasladar al ferial?

--Muy bien porque está lejos del casco urbano, pero se necesitan más infraestructuras porque los jóvenes vamos al ferial de primavera a verano. Hay que mejorar el transporte.