La situación en el Refugio San Jorge (perrera municipal) es «insostenible». Así la definen sus responsables, que aseguran que ya no tienen fondos ni para comprar pienso para alimentar a los animales que acogen. Adquieren la comida mes a mes, con el dinero que consiguen de pequeñas aportaciones, pero viven al día. A esto se suma la enorme deuda que acumulan con el hospital clínico veterinario, que asciende ya a 25.000 euros. «La gente nos hace favores pero al proveedor del pienso hay que pagarle porque vive de eso y ya no sabemos cómo lo vamos a hacer», indica una de sus responsables, Laura Varaldi.

En verano todo esto se complica aún más, porque es la temporada en la que más abandonos se registran. El pasado jueves, por ejemplo, recogieron una camada de diez cachorros que habían sido abandonados en la Ribera del Marco, el domingo otra y ayer otra (necesitan a familias que se los lleven a sus casas para que puedan sobrevivir porque en la perrera corren peligro). Ya no tienen más espacio. Cuentan con 23 cheniles y se ven obligados a meter hasta seis perros en uno solo (en estos momentos hay 117 canes). Han tenido incluso que alquilar cuatro cheniles más a una residencia privada porque en el Refugio ya no pueden darles cobijo. A esto se suma que han sufrido un brote de una enfermedad contagiosa de la que han infectado muchos de ellos. «No caben más animales. Ahora los que entran no salen. En mi casa tengo cinco perros en acogida», indica.

Se encuentran desbordados. Por eso vuelven a insistir al ayuntamiento que les abone los 80.000 euros que se les adeudan. Se trata de la mitad de la ayuda del año 2015, la mitad del año 2016 y la de este año al completo. Deberían recibir anualmente 40.000 euros, sin embargo en 2015 y en 2016 solo se han abonado 20.000 euros cada año y en el presente ejercicio no han percibido nada.

Ya se han reunido con el consistorio para intentar solucionar la situación, pero no lo han conseguido. Según señala Laura Varaldi el problema radica en la forma en la que el Refugio San Jorge ha presentado las facturas para justificar los gastos. «Las hemos presentado siempre como lo estamos haciendo ahora pero ahora nos las deniegan», señala. Al parecer, además de las facturas deben adjuntar justificantes de pago firmados por la entidad bancaria a través de la que se hicieron. Sin embargo esto a veces es imposible ya que en ocasiones las facturas no pueden abonarse porque carecen de fondos: «En estos momentos el Refugio tiene 100 euros en la cuenta. La gente nos ayuda y nos fían algunos productos pero hay facturas que no se pueden pagar», señala.

solución municipal / Tras denunciarlo en Facebook la alcaldesa, Elena Nevado, aclaró que «no debe nada» ya que la documentación que se ha entregado para recibir la subvención no es la correcta: «Me dicen los técnicos que si se sigue sin justificar la subvención hay que pedir el reintegro de lo cobrado y no justificado así es que, cuanto antes, os invitamos a sentarnos a arreglar el asunto por el bien de todos. Lo demás no soluciona nada. Yo estoy a vuestra total disposición», les dijo ayer Nevado a través de esta red social.

Mientras tanto el Refugio sigue solicitando ayuda de toda la sociedad cacereña. Se puede colaborar donando una cantidad económica a través de ‘Teaming’, una herramienta online para recaudar fondos para causas sociales a través de micro donaciones de un euro al mes. También buscan familias de acogida para poder sacar a los animales de la perrera.