Extremadura, única comunidad autónoma sin un solo kilómetro de línea de AVE abierto. Cáceres, seguramente la ciudad extremeña a la que más beneficio reportaría la alta velocidad: llegada de turistas, ampliación de mercados, nuevas oportunidades de negocio... Todo esto en un escenario en el que, día sí y día también, se produce algún incidente en la línea férrea extremeña o en sus deficientes convoys.

El tren debería ser una cuestión que generara unidad de la acción política, pero en el caso de Cáceres no es así. Hoy, a las 12, se celebrará en la Asamblea de Extremadura el acto convocado por la Federación de Municipios y Provincias de Extremadura (Fempex) para reivindicar un tren digno para la región que desembocará en la firma del ‘Compromiso de las entidades locales de Extremadura con el Pacto por el Ferrocarril’.

A él acudirán los principales alcaldes y representantes públicos de la comunidad autónoma, pero no Cáceres. ¿La razón? A esa misma hora la alcaldesa, Elena Nevado, ha convocado el acto del día institucional de la autonomía en el ayuntamiento.

La coincidencia ha levantado una polvareda política importante en el consistorio. Tanto es así, que ni PSOE ni Podemos acudirán al acto en Cáceres y sí irán al de la Asamblea. Solo PP y Ciudadanos coincidirán en el salón de plenos municipal. La oposición criticó ayer a Elena Nevado, a la que acusó de no defender los intereses de Cáceres en materia ferroviaria. El PSOE habló de deslealtad institucional y Podemos de «acto de sabotaje».

El gobierno no tardó en constestar, primero lo hizo su portavoz, Rafael Mateos, a preguntas de este diario, y luego mediante una nota de prensa. En ambos casos se mostró extrañeza: «No comprendemos la ausencia», dijo Mateos al recordar que en la declaración institucional se reclaman infraestructuras férreas y una «sanidad coherente».