Es un desatino, no se puede calificar de otra manera», asegura Carmen Sánchez, de Ecologistas en Acción, sobre la posibilidad de que las prospecciones que se realizan en el entorno de la antigua mina de Valdeflores para buscar litio acaben en una mina a cielo abierto. «Lo de la mina a cielo abierto no lo decimos nosotros, lo dicen ellos», añade Sánchez al referirse a la información que sobre esta actuación ha difundido una de las dos empresas que participan en el proyecto, la australiana Plymouth Minerals.

El temor a que se abra una mina a cielo abierto en uno de los parajes de la Montaña es lo que ha movilizado a colectivos sociales y ecologistas de la ciudad que han creado una plataforma que han denominado ‘Salvemos la Montaña de Cáceres’. «No nos oponemos a que se extraiga litio del yacimiento, sino a que se haga afectando al derecho que tienen los cacereños de disfrutar de un medio ambiente saludable», explica Marcelino Cardalliaguet, de SEO/BirdLife. «Lo que plantean de una mina a cielo abierto es incompatible con el medio ambiente del entorno de Cáceres», añade el delegado de la asociación conservacionista, que apunta que la mina a cielo abierto sería lo más rentable para las empresas que explotasen el yacimiento, pero el impacto ambiental que produciría «sería enorme».

«Lo que los cacereños conoce mos como la Montaña cambiaría de manera irreversible» con una mina a cielo abierto, advierte Antonio Díaz, de Adenex, que recuerda que por los datos difundidos por Plymouth Minerals esa mina podría tener un kilómetro de diámetro y que al daño sobre el medio ambiente y sobre un espacio tan significativo para la ciudad como la Montaña se sumaría «la contaminación acústica con las labores de extracción, incluyendo explosivos, y el paso de camiones que afectará a vecinos, paseantes y a la fauna».

«No estamos en contra de la mina, a lo que nos oponemos es que sea a cielo abierto por sus graves consecuencias ambientales y para el bienestar y salud de los ciudadanos», detalla Amalio Gutiérrez, de Ecologistas Extremadura, que insiste en que una mina a cielo abierto causaría «un daño irreversible en la umbría de la Montaña de Cáceres».

Además del impacto ambiental que la actuación tendría sobre la Montaña, otra de las causas para el rechazo de esta actuación es que se necesitarían «millones de metros cúbicos de agua» en el proceso de obtención del litio de las piedras y rocas que se saquen y los residuos que se generarían, según se expone en el comunicado conjunto que las cuatro asociaciones conservacionistas hicieron público ayer.

De momento Tecnología Extremeña del Litio, que está participada por la compañía australiana y por una empresa del grupo Sacyr, cuenta con un permiso de investigación concedido por la Junta y que se amplió a 45 cuadrículas mineras el pasado mes de mayo. Además Tecnología Extremeña del Litio estudia la posibilidad de pedir tras el verano la licencia de explotación por el futuro y valor que tendría el yacimiento de Valdeflores.

Difundir toda la información que se tenga sobre los planes de intervención en Valdeflores por parte de la empresa Tecnología Extremeña del Litio y sobre los efectos que tendría una mina a cielo abierto en el paraje de Valdeflores son dos de los objetivos que se ha marcado la plataforma ‘Salvemos la Montaña de Cáceres’, además del control de todas las actuaciones que se realicen por parte de las administraciones, tanto la Junta como el ayuntamiento, en relación a las autorizaciones que requiera la empresa.

De momento, para que se tenga una primera idea de lo que supone una mina a cielo abierto, se han hecho dos simulaciones --aparecen en las dos ilustraciones adjuntas-- sobre el paraje de Valdeflores. En la de arriba se ha superpuesto sobre este espacio de la Montaña una mina como la onubense de Riotinto. En la de abajo se ha hecho con la mina de Aguablanca de Monesterio.

Son solo simulaciones que no tienen una base científica, ya que la ubicación exacta de la mina estaría por definir y en las ilustraciones no está centrada sobre la zona de mayor riqueza de litio, pero que se hacen con el fin de que sirvan para dar a conocer la repercusión que tendría una mina a cielo abierto en un espacio que está cercano al casco urbano de la ciudad y que se encuentra en un suelo que en el plan general municipal es no urbanizable protegido, además es uno de los espacios con afección arqueológica que se localizan en la normativa urbanística de la ciudad.